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Torpes y espías

Torpes y espías

EN POCAS PALABRAS ·

Domingo, 8 de mayo 2022, 02:06

Los trabajadores del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) celebraron esta semana sus dos décadas de existencia a hurtadillas. No porque sean espías, sino porque se sienten avergonzados. Ellos hubieran querido festejar el aniversario con más focos de los que se suelen permitir, obligados como están ... a la discreción, pero ahora no andan para fiestas. Su trabajo está en entredicho y su directora, Paz Esteban, al borde de la destitución. Hace veinte años que el viejo Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid) cambió de nombre para quitarle el regusto del pasado y de paso modernizar a un espionaje que había sufrido varios tropiezos notorios. A los espías españoles se les reprochaba su opacidad, la virtud de la que presumen todos los servicios secretos del mundo. Ahora, en cambio, acaparan titulares, aunque no por su eficacia, que en el caso de los espías suele ser proporcional a la ausencia de noticias. Primero, la antigua amiga del Rey emérito les denunció por acoso. El rastro de sus seguimientos era tan notorio que, según cuenta, incluso se encontró a un supuesto agente metido debajo de su coche. Un resbalón lo tiene hasta el mejor de los espías.

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