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Resulta que en la lucha contra el coronavirus ya no son tan importantes los expertos: escudo principal a la hora de tomar decisiones políticas. En cuanto surgía una restricción cualquiera siempre nos decían que se basaba en criterios científicos. Ahora bien, en esta nueva oleada ... de contagios (la quinta o sexta, porque uno no lo sabe ya muy bien) este todopoderoso argumento ha ido perdiendo fuerza. Los expertos aconsejaron que no se dejase de utilizar la mascarilla en exteriores o, en todo caso, retrasarla hasta tener más avanzada la vacunación. Sin embargo, el gobierno de Pedro Sánchez, con prisa por normalizar las cosas y que fuesen primando las sensaciones positivas, lo hizo sin el más mínimo atisbo de duda. Incluso vendiéndolo como una especie de fin de pandemia, similar a la que decretó en el verano pasado. Además, se negó en redondo a prorrogar el estado de alarma y cada comunidad autónoma fue a su libre albedrío. Es decir, haciendo piruetas para encajar las medidas en un entorno legal confuso y dependiente de los jueces. Lo que aquí valía en otros lugares igual no.En el Principado ha pasado algo similar. Desde que Madrid estableciese ese nuevo «hemos derrotado al virus» (lo que Sánchez repitió varias veces en junio de 2020), las prohibiciones se fueron suavizando. Ojo, en una comunidad que siempre llevó a gala la mano dura contra la covid. Esto es, como dijo nuestro presidente, Adrián Barbón, no había duda entre salud o economía: iba a priorizar siempre lo primero. Quizá por eso, digo, sorprende la laxitud que ahora se presenta a la hora de interpretar y aplicar sus propias normas. En cualquiera de las otras oleadas, ante el aumento desmedido de contagios en algunos concejos, se hubiesen impuesto restricciones con la entrada del conocido sistema 4+. Los cierres perimetrales de Gijón, Oviedo y Avilés se realizaron por dos veces con algo más de los 325 casos permitidos de incidencia acumulada a 14 días (IA14). En Llanes, sin ir más lejos, actualmente el IA14 está en 526 positivos y la consejería pretende solucionarlo con recomendaciones. A eso se le llama templar gaitas. O dicho de otra forma: no sabemos si actuará igual cuando otros concejos –Noreña, Ribera de Arriba y Riosa se encuentran en el nivel de alerta 4– acaben a una situación similar. También el Comité de Expertos regional aconseja limitar el ocio nocturno o prohibir la utilización del interior de los bares, pero…

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elcomercio Templando gaitas