Borrar

El Ministerio para la Transición Ecológica es poderoso. Yo diría que goza de una autoridad omnímoda dentro del Ejecutivo de Pedro Sánchez. De hecho, es capaz de anular a otros -por ejemplo, el de Industria o Agricultura- y mantener sus criterios por encima de los ... demás. Al frente, como bien sabemos los asturianos, se encuentra la ministra Teresa Ribera. Política radical en sus planteamientos ecologistas y posiciones maximalistas. Vamos, que quiere hacer de este país un paladín en materia verde, sin asumir una transición moderada que mitigue el cambio de modelo. Vean las consecuencias de su forma de proceder. El ganadero asturiano ya sabe lo que queda con Ribera: criar a su ganado, mantenerlo fuerte y sano para que se lo coma el lobo. Es lo que va a conseguir al incluirlo, al lobo, en el listado de especies silvestres en régimen de protección especial (Lespre). Las cuatro comunidades que albergan la gran mayoría de ejemplares del depredador (Asturias, Galicia, Cantabria y Castilla y León) se quedaron atónitas al ver cómo desde territorios que conocen al lobo por los documentales de naturaleza, votaban a favor de que no se controlase su población. Es más, pretende aumentarla al introducirlo en otros lugares donde ahora no se encuentra. Como compensación, la ministra dice que incrementará las subvenciones por los ataques del cánido. Entenderán, como es lógico, la desesperación de la gente del campo ante unos planteamientos diseñados desde la mesa de un despacho. Teresa les dice que trabajen de sol a sol con sus rebaños, que luego ya vendrá ella a pagarles las comidas y cenas del depredador. Sin duda, un disparate.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio El superministerio