Borrar

Sabido es que la edad quita ímpetu. Esto es, no se tienen las mismas ganas de hacer cosas y cualquier esfuerzo se mide mucho más. Una sociedad envejecida nada tiene que ver con una joven. Por descontado, la primera resulta bastante más refractaria a los cambios y adaptación a los nuevos tiempos que la segunda. Es lo que nos pasa en Asturias. Una sociedad envejecida, digo, prefiere el inmovilismo a cualquier otra circunstancia que altere su zona de confort. Es decir, no le hables de emprender, sino de que sus pensiones sean dignas y estén garantizadas. Tampoco tiene mucha relevancia que ciertas partes de la Administración dejen de funcionar correctamente, puesto que sus anhelos están volcados en conservar y mejorar el sistema de Salud. En otras palabras: la Justicia e incluso la Educación pueden estar en huelga cien años, mientras que un solo día sin médicos levanta una ola de indignación sin precedentes. No es casualidad, claro, que tengamos más perros que niños y adolescentes en nuestro paraíso natural. Es la foto fiel que nos retrata a la perfección y con este panorama social llegarán los partidos asturianos a las elecciones del año que viene. La gran mayoría lo saben, se aprovechan y adaptan sus propuestas a ello. Lo llevan haciendo así durante muchas legislaturas y funciona. ¡Vaya si les funciona!

Digo todo esto por lo que escuchamos a la gran novedad en el universo político asturiano: el candidato del PP, Diego Canga. Está claro que su enfoque y análisis de la realidad asturiana es acertado. De sobra sabemos aquí como estamos. Apáticos, dejándonos llevar y sin muchas ganas de meternos en cambiar nada. Simplemente, viviendo de un proyecto que consiste en el 'laissez faire, laissez passer'. Sin embargo, el 'método Canga' nos propone recetas de dinamismo. Dice que nos hacen falta «más tractores y menos remolques» y no le falta razón. Ahora bien, la pregunta es si la población más envejecida de España lo entenderá. O sea, si en la decisión del voto final este discurso será determinante o, como siempre, se impondrá ese criterio conservador que sigue el mismo camino. Entiendo que este es el gran reto del PP -englobo también a todo el espectro del centro derecha- y no resulta nada fácil de afrontar. Es muy posible que Asturias necesite un cambio de personas, pero también de mentalidad. En la actualidad, no es que hagan falta tractores, es que ni siquiera queremos subir al remolque.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Ni subir al remolque