La soledad de Escrivá

Escrivá tiene razón cuando declara que no podemos seguir prejubilando gente a los 55 años. Además de insostenible económicamente es injusto con personas de esa edad que quieran seguir trabajando. Escrivá tiene razón cuando dice que en Europa se está intentando alargar la vida laboral. Es que es así y no queda otra, habida cuenta de la mayor esperanza de vida. En España, de las más altas. Y, de hecho, está hablando de que voluntariamente puedan seguir trabajando aquellas personas que lo deseen. Como servidora, por ejemplo. No quiero que me jubilen obligatoriamente a los 70 si me siento con salud y capacidad para seguir trabajando. La jubilación es un derecho, no una obligación. Otra cosa es que quien no pueda trabajar, se jubile si lo desea si ha cumplido con los requisitos mínimos para hacerlo. Escrivá tiene razón cuando señala que el debate con el empleo joven es falaz. Yo diría que es una chorrada de la ministra Yolanda Díaz, que de modelitos de boutique entiende bastante, a pesar de lo 'comunista' que es, pero de números se entera bastante menos. Mejor callarse de lo que no se sabe. Y no solo eso, sino que osa llamar al orden a Escrivá, envalentonada por ser además vicepresidenta o porque alguien le ha susurrado cariñosamente al oído que si se presenta como candidata a las elecciones será la futura presidenta de España. Anda muy crecida la muchacha y eso, gracias a Dios y a un mínimo sentido común del electorado español, nunca nos va a suceder. No tendremos los españoles semejante desgracia porque lo único superlativo en Yolanda Díaz es su apéndice nasal, no su capacidad política, ni mucho menos económica. Está haciendo su juego, a ver hasta dónde lo puede estirar, pero lo mejor es que se dedique, tras el cargo, a escribir un libro explicando lo que es esa chorrada de la 'matria' con la que nos 'deleitó' en una conferencia en Gijón el pasado verano. Espero que haya una presidenta en este país algún día, tanto como ruego que no sea ella, sobre todo después de que quien sí estaba sobradamente capacitada para serlo está hoy fuera de la política. La vida no es justa y la política es una trituradora de carne.

Escrivá no puede ser la víctima triturada en este caso porque España saldría perdiendo. Que los mayores trabajemos más, hasta donde podamos y queramos no va a echar del mercado laboral a los jóvenes como afirma Díaz. De la misma manera que la incorporación de la mujer al mercado laboral en los últimos años no ha quitado el empleo a los varones o la llegada de inmigrantes no expulsa a los españoles de sus trabajos. El mercado laboral se enriquece con ello. Hay cosas que no son temas de partido, de 'quítate tú para ponerme yo', ni de quién chilla más. Hay asuntos que son cuestión de hacer bien las cuentas y de encontrar la mejor solución, a ser posible consensuada con otros partidos, precisamente para que tenga sostenibilidad y quede blindada frente a cambios en el Gobierno, ya sea del partido rojo o del partido azul. El morado jamás. Este último, mejor que siga haciendo ridículos cameos de 'El gran Lebowski'. Se le da muy bien. Creo que Escrivá no se siente solo, aunque lo parezca en los medios, porque sabe que, por lo menos los economistas responsables y con dos dedos de frente de este país le entendemos y le apoyamos y, desde aquí, aunque no lo lea, le digo: ¡Ánimo José Luis! Si pudiste licenciarte con premio extraordinario en la Complutense, hacerte experto en Econometría y presidir varios años la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) con mucha responsabilidad, valga la redundancia, puedes sacar adelante lo que tienes entre manos. Y espero que lo logres por el bien de los jubilados españoles, presentes y futuros. Y aunque no lo logres, muchísimas gracias por intentarlo de esa forma. ¡Chapeau!