Viento les castañes (con perdón). Reagan, Thatcher, el Papa Wojtyla y el banco Ambrosiano, Sabra y Chatila, coroneles golpistas, comprar una pila de cazas F-18 a los USA (2.500 millones de pts./unidad) y 60 helicópteros, vertido de residuos nucleares al mar, bombas, ... atentados y asesinatos, el Seat 5 millones, botadura del porta-contenedores 'Josemi' en el Dique de SMDF, regulaciones de empleo, apertura de Alcampo en Gijón, inundaciones en Valencia y catástrofe de Tous, Fuerza Nueva, el Ayto. que quería repatriar a los chabolistas portugueses por inadaptados, devaluación de la peseta... O sea, pudriella y más pudriella. ¡Y venga a sacar millones para Suiza! Aquel jueves 28 de Octubre de 1982 no fui a votar ni hubiera podido, porque se dedicaron a borrar a gente del censo (siempre hay magullu nes elecciones). Cuando anunciaron la arrolladora victoria electoral del PSOE, que ya se barruntaba, salimos a celebrarlo por los bares. Había mucha alegría entre el rojerío, salvo los afines al PCE, que no comprendían aquel batacazo electoral (5 diputados en toda España) y el éxito de los parvenus. Pero todo tiene una explicación. El caso es que nosotros estábamos contentos. Esperábamos poco del PSOE («Felipe era la extrema derecha comparado con Mitterrand», un ex socialista dixit); pero, a ver si nos librábamos de aquel pifostio y de tanta carcamalia con mando en plaza. Contentos por recuperar la esperanza perdida en 1977. La esperanza de que otra sociedad y otro mundo eran posibles. Era una alegría como la que se siente si el Sporting en una final de Copa, un suponer, empieza el segundo tiempo perdiendo 2-0 y acaba el partido ganando 3-2. ¡Ganamos! Ganamos el poder hacer una segunda transición menos chapucera y más decente. Eso pensábamos, eso creíamos, nosotros, que éramos unos teóricos. 202 diputados, mayoría absoluta.
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De chigre en chigre y de panda en panda, alguien propuso ir a ver a esos 'socialdemócratas pactistas' al pabellón de la Feria de Muestras. Y para allá fuimos en aquel Dyane 6 verde limón de Luisma. Con los del PSOE siempre nos llevamos bien, con unos mejor que con otros. Eran menos sectarios y menos dogmáticos. Eran. Con el paso de los años, el sectarismo y una versión moderada del stalinismo se instalaron en todos los partidos, en todos. No hay partido, sindicato, empresa o asociación que no tenga su manual de purgar. Y los nuevos, cum laude.
Llegamos a la Feria de Muestras con ganas de juerga y para apuntarnos como demandantes de puestecillos: Yo, de embajador en Brasil; yo, de delegado en Hidroeléctrica para tener luz y gas gratis todo el año; yo, de consejero de la Caja para repartir créditos... Creíamos que estaría allí todo el PSOE y toda la UGT, y sus nuevos fans celebrándolo por todo lo alto: Que si 'Pajaritos' por aquí...', que si 'La conga de Jalisco' por allá... Y lo que nos encontramos fue un local vacío y un ambiente de funeral con tres personas: Marcelo Palacios, Pedro de Silva y otro que no recuerdo. Con unas caras largas, como si en vez de ganar les hubieran metido una cuera. ¡Madre mía! Renunciamos a los momios y volvimos para Gijón, que al día siguiente no todos estábamos regulados y algunos teníamos que ir a currar. Cuenta la leyenda que por ministerios y organismos públicos aparecieron, a las ocho de la mañana, gentes que nadie conocía. Eran los que cobraban sin ir a trabajar...
Viento les castañes (con perdón). El 'socialfelipismo' fue engrasar, enchufar y cantinflear. ¡Y ahí los tienes!, gobernando con las subcontratas sin despeinarse. Los capitostes, estafando al pueblo y forrándose como nunca. Trincotrilerismo. En 1982, 'Por el cambio' era 'que España funcione'. En 2022, España no funciona pero te puedes cambiar de sexo. Las clases dirigentes a lo suyo, del 'socialfelipismo' al 'campoamorismo'. ¡Ay, si a la entrada del teatro hubiera que enseñar las declaraciones de la renta y de la vida! Lo que veríamos. Y lo que veremos. Haya paz y salud.
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