Borrar
Directo Maribel Verdú: «Aitana este para mí no es un Goya de Honor, es un Goya de amor»
La Serenissima

La Serenissima

Venecia se rindió sin lucha en 1797, en un suspiro, tras casi mil años de independencia. Un milenio en que acumuló una hoja de servicios repleta de fiereza, diplomacia, comercio, belleza y, sobre todo, conciencia de su dignidad

Domingo, 10 de octubre 2021, 21:53

La historia de la república de Venecia termina el 12 de mayo de 1797. Esa fue la fecha de la última reunión del Consejo y su postrero dogo, Lodovico Manin. La causa fue la aparición de un matón histórico: Napoleón. «Seré un Atila para el ... Estado veneciano», dijo cuando no estuvo contento con las negociaciones que mantenía con la Serenísima. Venecia se rindió sin lucha, en un suspiro, tras casi mil años de independencia, un milenio en que había acumulado una hoja de servicios impresionante, repleta de fiereza, diplomacia, comercio, piratería, belleza, placer, y, sobre todo, conciencia de su dignidad. Por eso fue tan triste su final. A pesar de todo, si miramos atrás, no solo vemos su último siglo de decadencia y vanidad, sino una panoplia de prodigios, lecciones de liderazgo y, por supuesto, crímenes.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio La Serenissima