Sentimientos e intereses

Unicaja y Liberbank son el producto de sucesivas uniones de cajas de ahorro. Las cajas tenían una gran impronta territorial, con alcaldes y concejales tomando asiento en los órganos de gobierno. Aunque se dice que el dinero es apátrida, las cajas tenían sentimientos y los ahorradores les confiaban su dinero porque creían que al hacerlas más fuertes, también fortalecían a su provincia o región. Cuando cambió el paradigma, los nostálgicos de Cajastur lloraron al ver el logo de Liberbank en la oficina y al trasladarse la sede fuera de la comunidad autónoma, así como sus servicios centrales. Ahora los elementos emblemáticos estarán en Málaga. En la metamorfosis de Cajastar a Liberbank, la caja asturiana fue absorbiendo a otras cajas (Castilla-La Mancha, Cantabria, Extremadura) desde una posición de liderazgo. Al nacer Unicaja Banco el liderazgo asturiano arría bandera.

Para la gente que colocó dinero en Liberbank, bien sea en acciones o en depósitos, la fusión es una buena noticia porque su dinero está más seguro por el hecho de ganar tamaño. Eso es lo que piensan el Banco de España y el Banco Central Europeo. El proceso de concentración bancaria viene desde el inicio de la democracia y se aceleró a partir de la gran recesión. En todos los países de la UE aumentar la solidez de las entidades de crédito es una necesidad nacional. Como al ser humano se le puede definir como animal de contradicciones, se pude echar una lágrima por el fin de la asturianía y sentir alivio por formar parte de una entidad más grande.