Tras la reunión del pasado mes de septiembre entre el presidente del Principado y la alcaldesa de Gijón, para tratar asuntos de competencia estatal relacionados ... con el urbanismo y sobre el estado de alguna de las infraestructuras de la ciudad, vuelve a la palestra mediática el asunto del 'solarón', del que creo que ningún gijonés con dos dedos de frente, hoy, se negaría a la creación de ese parque. Pero de los polvos creados en periodo electoral, se puede generar a medio plazo un fangal que, si no se obra con la máxima prudencia, sentido común y transparencia, afectará sin ninguna duda al impulso definitivo del hasta ahora enterrado plan de vías. En mi humilde opinión, resulta precipitado por parte de la alcaldesa de Gijón adoptar determinados posicionamientos sin contar con el parecer del resto de los socios de Gijón Al Norte y sin el de sus propios socios de gobierno, con quienes parece que no se contó. Tampoco se conoce el coste total del proyecto, así como el marco de financiación para pagar las obras ferroviarias y las de urbanización. Por otro lado, el partido político Foro, como promotor de la creación del parque, parece haber olvidado que los suelos, propiedad de Adif, precisamente fueron dotados en su día de aprovechamiento urbanístico y destinados a uso residencial para convertirlos en una de las fuentes de financiación principales para pagar una parte de la ingente obra a la que habrá que hacer frente si algún día el plan de vías se ejecuta. Hay que matizar que este modelo de permuta era conocido de sobra por la alcaldesa cuando hace dos legislaturas, como primera autoridad del consistorio gijonés, ostentó el cargo de vicepresidenta de Gijon Al Norte, Y por aquellos años ya se había recogido en diferentes convenios la venta de suelo como fórmula para financiar el proyecto ferroviario, sin cuyos ingresos quedó demostrado que este resultaba inviable. Llegados a este punto, y conocidas recientemente, a través de EL COMERCIO, las loables declaraciones de doña Carmen Moriyon, se hace imprescindible conocer entonces la posición de Adif como propietario de los suelos, temiéndome mucho que esta entidad empresarial de carácter público, con los terrenos incluidos en su balance, no los pueda transmitir de manera tan fácil a un tercero sin mediar una contraprestación. Y, mucho menos, si a consecuencia de la cesión se le causa un perjuicio económico a la entidad transmitente y a la sociedad que gestiona el proyecto, aun en el caso de que se intentara acudir a la legislación estatal para los supuestos excepcionales de cesión de bienes entre organismos públicos. Reitero que no es ese el problema, y sí la carencia o limitación de recursos para pagar las obras.

Publicidad

Con la idea del parque lanzada como se ha hecho, algún ciudadano podría preguntarse qué hacer en el caso de que se produjera un diagnóstico negativo, trayendo por consiguiente el derrumbe de las expectativas creadas por la clase política, al darse de bruces con la imposibilidad de conseguir que se pudiera disponer del suelo necesario para la creación del espacio verde. Bien porque no se pueda ceder gratuitamente el total o parte del suelo, o porque, siendo posible legalmente, se pudiera generar a cambio un abismo financiero, al producirse la consiguiente disminución de ingresos para financiar parte de las obras de la integración ferroviaria gijonesa. ¿Se encargaría el Ayuntamiento de Gijon de poner el dinero del suelo destinado a parque y que, por lo tanto, no se va a vender? No hace falta concluir que nos encontraríamos ante una tesitura imposible de afrontar, por ser los recursos municipales escasos. Máxime cuando, además y a la vuelta de la esquina, habrá que financiar con cargo al presupuesto municipal, y a plazos, el ingente desembolso de lo que le corresponde por cuota accionarial para las obras del plan de vías, que no será cualquier cosa. La única solución, en mi criterio, se traduciría en tratar de compensar la edificabilidad que se pierde a costa del parque, trasladándola al resto de pastillas residenciales contempladas en el PERI redactado por Jerónimo Junquera y el gijonés Javier Fombella, con el único fin de no perder ingresos. Ello exigiría, por un lado, una modificación sustancial del documento urbanístico aprobado definitivamente, con alguna duda de si pudiera afectar al Plan General de Ordenación Urbana de Gijón, teniendo que hablar en este supuesto de palabras mayores. De igual manera, habría que apoyarlo, a la vez, en un riguroso estudio de mercado de carácter previo, basado en el nuevo producto a comercializar con los nuevos diseños creados. En cualquier caso, creo muy oportuno y conveniente que, por parte del actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Gijón, se evacuara consulta de urgencia a los redactores, para que técnicamente puedan dar su opinión sobre cualquier pretensión de futuro como la que ahora se plantea, al haber sido los autores intelectuales de un documento muy complejo, pero muy bien hecho y que ambos conocen a la perfección. Siendo además quienes conocen la realidad de lo que se puede hacer en los suelos que van a ser objeto de transformación. Es lo normal en estos casos, pero, por desgracia, los políticos poco recurren a los técnicos. Estoy seguro de que a través del plan especial, que goza de aprobación definitiva y que en la actualidad se encuentra vigente, el equipo redactor, con la gran experiencia que posee, podría responder a lo que más le pudiera convenir a Gijón en estos momentos. Por cierto, la creación del salón urbano que Junquera y Fombella contemplaron para esa zona, aderezada de zonas verdes, no es ninguna tontería urbanística.

Finalmente, en este complicado asunto de gran interés para Gijon, es necesario reiterar la máxima prudencia como mejor consejera para resolver todo lo concerniente al plan de vías, no vaya a ser que ahora, a cuenta del 'solarón', termine todo como cuando se tomó la decisión del cambio de ubicación de la estación intermodal, llevándola al Museo del Ferrocarril. Los gijoneses llevamos muchos años esperando a que algún día podamos ver iniciadas las obras y, de momento, a pesar de todo, no hemos perdido la esperanza.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad