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La historia, ese cotilleo con ínfulas que a algunos nos llena la nevera, nos demuestra que la indignación frente a las supuestas ofensas a las ... creencias particulares, es inversamente proporcional al amor al prójimo que debería impregnar cualquier ideal trascendente. Resulta sarcástico que un grupo de juristas fundamentalistas, autodenominados cristianos, se escandalice más por una pantomima en la que se utiliza una imagen simbólica, aunque sea pequeñina y galana, que por el sufrimiento y muerte de unos niños cuyo único delito es escapar del hambre y la violencia. Talmente parece que este raquítico y ruidoso grupúsculo de abogados cretinos defiende que la fe es como un túnel de lavado para la moral, en lugar de una estructura ética para convivir con aquellos que comparten con nosotros su paso por este valle de lágrimas. Los valores, cuando no se ejercen ni se materializan en acciones concretas, se convierten en un una sintonía de golpes de pecho, un adorno sin propósito o un decorado para crédulos deslumbrados por las apariencias.

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elcomercio La moral de Hierro