Borrar

Fango

Nuestra única opción es escoger la manera de no autodestruirnos por un exceso de caos o de orden

Lunes, 3 de junio 2024, 02:00

Según el Génesis, Dios nos hizo de barro. Más tarde le devolveríamos el favor, replicando nuevos dioses con el mismo material con el que fuimos hechos nosotros. A todos nos suena la Venus de Willedorf, prototipo de exuberante divinidad nutricia, buena para procrear y perpetuar ... el clan, una diosa sin rostro que la identificara, ni pies para escapar de su rol biológico. Bastante menos conocida es la Venus Durmiente del hipogeo de Hal Saflieni, en Malta, una oronda mujer que aparece tumbada en un camastro, al parecer, soñando, sirviendo de médium en favor de una comunidad, cuatro milenios más antigua que la nuestra. Aquel era un mundo precientífico, que avanzaba a trancas y barrancas practicando la 'oniromancia', el arte de adivinar el futuro por medio de los sueños. Con arcilla se hicieron los primeros recipientes para que comiéramos y bebiéramos, de manera diferente a los demás animales. El legendario jugador rojiblanco Valdés siempre invocaba al barro, como a un 'general invierno' que servía para doblegar a los rivales mediante la garra y el pundonor de quién se la juega frente a su propia grada.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Fango