Si un ascensor huele mal, no entro. Para que cuando salga y entren otros no piensen que he sido yo. También me da vergüenza ir por una acera arrastrando una maleta con ruedas. No porque el 'trolley' sea más cateto que cargar una pesada bolsa ... de viaje, sino porque piensen que voy a un Airbnb de esos. A un piso turístico. Del taxi al portal o del portal al taxi, esa es mi aspiración. La nueva Ley de Vivienda no incluye ninguna regulación sobre los pisos turísticos. El otro día, con su mejor amiga Ada Colau, Yolanda Díaz dijo: «Durante los últimos años, Barcelona se ha convertido en una ciudad con mayor justicia social, más verde y más amable.». Hay tanto de amable en la masificación turística y en la invasión de los 'trolleys'. Y quien dice en Barcelona, dice en cualquier ciudad. El turismo sería un gran invento en la película de Pedro Lazaga. Y no vamos a renunciar al PIB turístico. Pero olvidar un problema semejante en la ley es de no creer.

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