Una vez que Le Pen ha conseguido la «desdiabolización» y «melonización» (la vía correcta al poder desde el populismo de derecha), Giorgia Meloni, que da nombre a la moderación de los malos, todavía tiene que echar Zotal entre los suyos. Ha tenido que condenar proclamas ... fascistas de los jóvenes de su partido. «Quienes tienen sentimientos racistas, antisemitas o nostálgicos del pasado se han equivocado de casa». No va a estar ella definiendo una línea política a lo largo de estos años para que vengan unos niñatos a tener nostalgia de Attila en 'Novecento'.
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Una periodista se infiltró entre los jóvenes de Hermanos de Italia y grabó reuniones y conversaciones donde se escucha «Duce, Duce, Duce», el lema nazi «Sieg Heil», burlas a la senadora judía del propio partido Ester Mieli o frases como «los judíos son una casta, viven de las rentas del Holocausto». Según Mussolini, el fascismo no era un artículo para exportar. Anda, ni para presumir.
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