No sé todavía si preocuparme por dos noticias sobre vino. Una, que Cataluña ha perdido mil hectáreas de viña en ocho años por falta de rentabilidad. Otra, que la caída de la demanda marca la nueva campaña vitivinícola (España, Francia e Italia reclaman medidas para ... ajustar la producción y promover el consumo). Kingsley Amis, que sabía de beber, como dijo su hijo Martin cuando murió, escribió en 1958 un hilarante cuento titulado 'El clarete de 2003'. Con una máquina del tiempo quieren averiguar a qué sabe la bebida en el futuro. Y se encuentran con que los señoritos beben cerveza y la clase trabajadora, el mejor vino: «Esto es un Château La Bouygue de 2003. ligero y libre, no rico en asociación, pero con completa garantía de honestidad.», dice un proletario. Ser tonto no es cuestión de clases. Kingsley pudo imaginar que habría más zoquetes, no que se consumiera menos vino. Una sociedad que beba menos vino es una sociedad poco civilizada.
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