Hoy Adorno se preguntaría si es posible poner un puesto de helados en Auschwitz. La poesía ha continuado. Y la furgoneta de los helados ha sido posible a unos 300 metros de la entrada del campo. Que si falta de respeto, que si qué más ... da. Y no hay filósofos de guardia. Una no sabe qué pensar. De eso (¿a cuántos metros es tolerable tomarse un helado?) o de leer la noticia de algún suceso y soltar carcajadas. O sea, quien escribe una atractiva crónica en un periódico, ¿está provocando la risa o es cosa de la mente sucia del malvado lector? Servidora. Leo a Jesús A. Cañas sobre el tiparraco que mató a una mujer iraní y la tiró a un pozo en Jerez.
Publicidad
Y cómo había acosado a otra: «Tras presentarse primero, pedirle abrazos, declararle su amor e incluso regalarle unas bragas y ver que la mujer, asustada, optaba por no prestarle atención, el hombre de 78 años le escribió una última misiva». Se preguntaba en qué la había ofendido. La poesía continúa.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.