Las llegadas de Dotor y de Nico Serrano elevan el nivel de la plantilla del Sporting en calidad y cantidad. Son dos buenos futbolistas con la duda que suscita la inactividad del primero y a quién puede sustituir.
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Para muchos sportinguistas la necesidad de un ... punta era prioritaria, aunque ello implicara alguna salida. La pasada temporada el equipo acabó con dos delanteros que ya no están (Djuka y Mario González). Para sustituirlos solo llegó Caicedo, presentado como un contrastado jugador internacional. Ahí está la hemeroteca. Tal cual.
Siendo importante repartir goles entre varios futbolistas, lo es más contar con un especialista cuyos tantos marquen la diferencia. Es la gran asignatura pendiente del Sporting desde hace mucho tiempo. El final del mercado es momento de explicaciones para los directores deportivos. Es lo habitual por sus conocimientos sobre el tema. En el caso del Sporting viene siendo el presidente ejecutivo el encargado de darlas. Difícil imaginar una respuesta sobre cuestiones tácticas o técnicas, lógicas en estos casos. Inaudito.
Albés volvió a su habitual 1-5-2-3 con la variante ofensiva del 1-4-3 3, según la posición de Olaetxea. La primera parte tuvo poca intensidad, escaso juego y menos ritmo. Hasta la grada estuvo menos participativa. El Burgos planteó un partido de contención con dos pivotes defensivos que tapaban líneas de pase, impidiendo a los dos Nachos filtrar balones a los puntas locales.
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El Sporting, como es habitual, estaba más cómodo en transiciones que en ataque estático. La lentitud en la elaboración y la poca movilidad dificultaban la fluidez en el juego. La ausencia de un punta que ganara disputas (Otero empezó por fuera) tampoco beneficiaba el juego directo, ni muchas opciones de remate en centros laterales. Sin balón, la defensa de cinco se veía reforzada por la colocación retrasada de Nacho Martín. Era obvio la importancia que el míster daba a mantener la puerta a cero.
La segunda mitad tuvo varios apuntes decisivos. La colocación más adelantada de Olaetxea permitió una mejor circulación de balón en el centro del campo. Su gol minimizó aún más a un Burgos inoperante, propició la aparición de espacios a la espalda de la defensa visitante y tranquilizó al equipo y a una afición expectante.
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La entrada de los dos fichajes y su rendimiento en pocos minutos dejaron lugar para alguna reflexión. La primera, la importancia de tener más opciones en el banquillo. La segunda, lo interesante que hubiera sido tener esa amplitud de plantilla desde el inicio. Y la tercera, la jugada del segundo gol: apertura a banda, centro desde la izquierda de un zurdo y remate de quién realizó el pase, llegando desde segunda línea. Sencillo si hay mimbres para ello.
Son tres puntos importantes para cambiar la dinámica. El cómo tenía poca importancia. El partido del sábado puede marcar el futuro inmediato. Es fundamental la victoria.
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