Los republicanos no son eso

Al final todo quedará en una historia más que contar a nuestros hijos, porque en la práctica lo ocurrido el miércoles no ha cambiado nada políticamente hablando. Tras el asalto, el Congreso regresó a sus labores y confirmó que Joe Biden será el próximo presidente de los EEUU. Pero las cuatro vidas perdidas ya no volverán. Y la reputación de Estados Unidos como adalid de la democracia tardará en recuperarse.

No obstante, es importante destacar que los sujetos que protagonizaron los incidentes del Capitolio no son republicanos. O, al menos, de ningún modo representan a los republicanos. Es absolutamente injusto incluir en el mismo saco a virtualmente la mitad de la población estadounidense. Los asaltantes eran un grupo organizado de fanáticos, supremacistas, y extremistas. En mis años viviendo en ambas costas de Norteamérica conocí muchos votantes del partido que ahora lidera Trump. Ellos votaban a Reagan, a Bush, McCain… Eran gente educada y conservadora. Incapaces de hacer nada semejante a lo que vimos hace dos días en las televisiones del mundo entero. De hecho, en la concepción republicana de la política resulta crucial el concepto de la «virtud cívica», que se basa en la confianza en el ciudadano medio, trabajador y honrado, que hace posible la prosperidad de un país y la práctica de una política eficiente.

Los que asaltaron el Capitolio eran un grupo de bárbaros que siguen a un líder que hace tiempo que ha perdido el norte. Pero los republicanos no son eso. No lo olvidemos.