Secciones
Servicios
Destacamos
Decía Barbón, no sé si por boca de ganso o por la voz de la conciencia, tras la pifia del vial de Jove que «solo ... nos servirá lo que les sirva a los vecinos». Continuamos tirando de la hemeroteca, y leemos que el presidente astur –¡Que Dios ilumine! – se enfrentará al Ministerio de Transportes (tiembla Puente) «en defensa de los intereses de Asturias» y que quiere «saber quién dio de paso y validó el proyecto». Eso fue hace un año. Ayer, publicaba EL COMERCIO un excelente artículo de Marcos Moro y Ramón Muñiz, en el que se informaba que el Ministerio de Transportes «rechaza depurar responsabilidades sobre el fiasco del vial de Jove». Hasta cierto punto lógico. ¿Cómo va a depurar el propio Ministerio las fechorías y engaños que perpetró? La respuesta es que se les obligue. Que surja como un torrente justiciero la voz tronante del presidente de Asturias, haciendo caso a su conciencia y su palabra.
La misma conciencia y hasta penalización, debería exigirles a los diputados asturianos en el Congreso de que votaron en contra de cancelar el estatus del lobo como especie protegida en Asturias. Se aprobó, con los votos en contra de los socialistas asturianos, terminar con el privilegiado estatus de lobo y su barra libre para aniquilar el ganado. Por desgracia, estos votos de los socialistas asturianos iban en contra de los intereses de los ganaderos, y en contra de lo propuesto por el Gobierno del Principado en esta materia. ¿Los socialistas asturianos tienen patente de corso para decir una cosa en Asturias y la contraria en Madrid? Y su gran jefe Barbón no sólo lo tolera sino que también lo justifica en aras de la disciplina de voto. Si el voto de un parlamentario va contra los intereses de los que le votaron, e incluso contra las ideas del propio parlamentario, si es que las tiene, no hay disciplina de partido que lo pueda justificar. Si un presidente o un diputado no puede expresar la voz de su conciencia, por mucho cargo representativo que ocupe al final será un pesebrista. Y lo peor, un pelele en manos del Gobierno central. Como Barbón no creo que sea, escucharemos del Eo al Deva, del mar a los picos, su rugido de protesta.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.