Barbón, maletilla de Sánchez

Nuestro buen Barbón, que suele actuar más como peón de Sánchez que como presidente de todos los asturianos, parece que quedó anonadado, confuso y herido cuando el PP y «otros» votaron en contra del decreto ómnibus. Entre los «otros», están sus socios de Junts que calificaron en el Parlamento a los socialistas de «trileros, mentirosos, gandules, chantajistas y piratas». Se ve que se quieren. Barbón acusó al PP de «llevarse por delante a cientos de miles de jubilados asturianos… con tal de desgastar al Gobierno».

Que no tema el buen Barbón por la actualización de las pensiones –otros asuntos que atentan contra la igualdad de los españoles le deberían preocupar más–, que él sabe que está en manos de Sánchez resolverlo, como así hará. ¿Cuándo? Sánchez no tiene prisa, mientras sus subalternos y las claques sindicales puedan fomentar la inquina contra los populares por su voto en contra. Sin embargo, en España, los cabreos suelen tener un efecto boomerang, por lo que el enfado podría acabar estallando en la cara de los propios socialistas. Barbón, en vez de lamentarse por la acción del PP, debería hablar con su jefe, exigirle que deje de jugar con fuego y que resuelva sin demora el asunto de las pensiones con un acuerdo general que todos están queriendo. ¡Valor, Adrián!