Explotación sexual

Apena observar una sociedad que se cree liberada y moderna y, dice, haber superado viejas represiones, fantasmas, demonios y pecados; escuece su indolencia ante esta realidad. Extraño que alguno, muchos al parecer, crean liberación pagar a bajo precio –pero a alto coste– la carne fresca de chicas que por edad podrían ser sus hijas. También debiera, al menos, sonrojarse quien crítica servicios públicos mientras propone –y cuando gobierna, dispone– adelgazarlos y, por supuesto, revisar sus prácticas una Administración que, sin encarcelar menores, debiera prever situaciones que no son meros accidentes.

Imagino qué percepción de la realidad tienen estas chicas: de ser nadie en su casa a ser nada socialmente. ¿Qué experiencia de socialización y vivencia de la sexualidad integran?, ¿qué expectativas tiene quien se sabe –antes o después– mercancía? Tremendo lo vivido… No menos que el futuro por venir; recuerda un ayer que creímos superado. La prostitución, a este paso, dejará de ser 'la profesión más antigua de la humanidad' para asumirse como natural y cotidiana y la vieja esclavitud hallará, cómo no, nuevos… ¿negocios?