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El Premio Nobel de Economía del año 2013 fue muy especial porque se concedió a tres insignes economistas (Shiller, Fama y Hansen), siendo los dos primeros representantes de escuelas de pensamiento casi antagónicas respecto al comportamiento de las bolsas. Por un lado, Shiller y gente ... como Alan Greenspan, el que fuera presidente de la FED neoyorquina durante dos décadas, sostienen que se forman burbujas irracionales que dan lugar a 'llamaradas especulativas' y, por el lado contrario, Eugene Fama y otros investigadores como Jensen y French sostienen la evidencia empírica de que los mercados financieros tienden a ser muy eficientes a largo plazo y que reflejan la información existente en cada momento.
En cualquier caso, independientemente de que en un momento puntual las bolsas puedan estar inmersas en una burbuja o no, nadie discute que en periodos largos son un gran medidor o termómetro de la situación económica de un país. Por eso hacer una comparación de las bolsas de varios países desde el año 2007 hasta la actualidad, es un gran medidor de lo que ha hecho cada país. En dicho año 2007, justo antes del estallido de la burbuja inmobiliaria y financiera en Estados Unidos, las bolsas vivían tiempos mágicos batiendo récords, pero la crisis profunda que vino a continuación provocó grandes caídas en el mercado. Otro momento de shock fue la aparición del covid. Pero, unos países se recuperaron de ambos golpes de forma admirable y sus índices bursátiles están muy por encima del nivel del 2007, otros han conseguido empatar y luego hay uno que ha perdido el 50%, y supongo que ya empiezan a imaginar cuál es.
Comenzando por países europeos de nuestro entorno: el FTSE100 londinense subió en dicho periodo un 16%, pese a que el país afrontó otro problema añadido como fue el 'Brexit'. No obstante, factores como tener mercados abiertos y tener claro qué tipo de socio deben tener (Estados Unidos y no Venezuela) influyeron poderosamente en la recuperación bursátil británica. Si vamos a Alemania, tenemos que el DAX ha subido un 82%. La economía alemana está muy basada en la tecnología y en la ingeniería, y aunque hayan cometido errores de bulto como la dependencia energética del gas soviético, es en general una economía productiva que apuesta por la ciencia, por la tecnología y por las finanzas. O sea, las cosas que mueven el mundo. En cuanto al CAC40 parisino subió un 7%. Francia es un país con graves problemas de inmigración y con un gran peso de los sindicatos en el sector público, lo cual divide a los trabajadores en dos categorías (los públicos y los privados). Realmente, al país lo salva el hecho de seguir centralizado, lo cual le permite tener un cierto control de la situación.
Si vamos a Japón, vemos que el Nikkei subió un 59%. Aunque el país nipón perdió el liderazgo tecnológico mundial, allí tienen una mentalidad muy responsable, sienten a la empresa y al puesto de trabajo como algo muy suyo y han conseguido sobreponerse.
En cuanto a Estados Unidos, vamos a analizar sus cuatro principales índices bursátiles. Por un lado, el Dow Jones creció el 123%, mientras que en esos quince años el S&P500 y el índice Rusell2000 subieron respectivamente un 158% y un 128%. En cuanto al índice tecnológico Nasdaq100, subió un estratosférico 450%. Estados Unidos está perdiendo la batalla con China, pero sigue siendo una economía muy dinámica, muy flexible y allí los trabajadores abandonan el trabajo cuando no les gusta el que tienen porque tienen la casi certeza de encontrar otro muy pronto. Esa es la verdadera protección laboral y no la gran mentira del proteccionismo laboral español.
Y, por último, vayamos con el IBEX35 español, el cual en esa quincena pierde el 50%. Esos datos lo dicen todo de un país. Un país que ha fracasado estrepitosamente durante estos quince años, perdiendo el tiempo lastimosamente en luchas internas, en cortinas de humo, en problemas inventados para entretener a la población. Durante esos quince años perdidos para la sociedad española el país se ha endeudado brutalmente pasando de tener una deuda pública de 384.000 millones de euros a una de 1,45 billones de euros. Es decir, un aumento del 279%. Durante esos quince años, hemos asistido a una auténtica antología del disparate. Primero, entre el 2007 y el 2011, negando la realidad, viendo «brotes verdes» y pensando en «Alianzas de civilizaciones», hasta que la situación fue insostenible. Entre el 2011 y el 2018, años perdidos con un gobierno tancredista, pasivo e indolente que desperdició una oportunidad histórica para que el país se subiese al carro de la recuperación. Y desde el 2018 estamos con unas políticas económicas y sociales profundamente erróneas, falsamente proteccionistas, que han perjudicado a aquellos colectivos que pretendían favorecer (inquilinos, desempleados, jóvenes, etc.). A todo eso hay que añadir que somos un país muy dividido y descentralizado.
En lo que sí han estado de acuerdo todos los gobiernos que hubo durante estos quince años perdidos ha sido en conseguir que fuésemos líderes mundiales en burocracia telemática. ¡Menuda conquista! Las bolsas lo dicen todo y España está fracasando de forma estrepitosa desde hace mucho tiempo. El saber popular tiene una frase que resume muy bien lo que ha pasado aquí en esos quince años fatídicos. «Entre todos la mataron y ella sola se murió».
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