Guardo en mi biblioteca particular varias ediciones –dos de ellas muy estimadas– de la imperecedera obra del 'Manco de Lepanto'. La primera corresponde al facsímil, en dos volúmenes, publicado por la Real Academia Española de la Lengua en 1976, con el mérito de haber aprovechado ... las «venerables planchas de 1917». La segunda está integrada en cuatro volúmenes en cuarto y es la primera obra impresa, por iniciativa de Alejo Carpentier –el gran autor galo-cubano, a la sazón buen compañero de Fidel–, para la Biblioteca del Pueblo del Gobierno Revolucionario de Cuba (1960) y que incorpora un dibujo de Pablo Picasso. Como es natural, éstas o cualquiera de las restantes ediciones del 'Quijote' me sirven para rumiar los consejos del 'Caballero de los Leones', el de los hermosos desvaríos que, a su modo, sentencia Sancho, el escudero con los pies en la tierra que no ve gigantes, sino aspas de un simple molino de viento, a lo que replica el 'Caballero de la Triste Figura': «Bien parece que no estás cursado en esto de las aventuras: son gigantes; y si tienes miedo quítate de ahí y ponte en oración en el espacio, que yo voy a entrar con ellos en feroz y desigual batalla».
Publicidad
Hoy, ante la evidencia de las pesadumbres que conlleva la solapada presencia de un 'bicho' en la sangre del más inocente ciudadano, a cualquiera de los cuales se le pueden presentar serios, e incluso trágicos problemas, porque el bichito sigue vivo y obstinado en asesinar, como en el primer día de Wuhan, a cuantiosos habitantes del planeta Tierra.
A lo largo del camino de la vida, cada uno de nosotros, desgraciados mortales, ha de hacer frente a serios percances, alguno de ellos parecido al que ahora nos perturba, salvando ocasiones y categorías, como la oculta presencia de este indeseable bichito bautizado con el nombre de covid-19, hostigado y perseguido –sin fecundo resultado–, y que se burla de nosotros, ciudadanos de a pie. Y quiere hacer lo mismo, y tan trágicamente, con la disciplina científica de cualquier lugar del mundo «ancho y ajeno», como el que amaba el peruano de Sartimbanba don Ciro Alegría Bazán.
Dado que no es para menos, no 'quiero' olvidarme –tampoco 'quiso' el inmortal 'Caballero de la Triste Figura', el desfacedor de entuertos, el que ve gigantes donde mueven sus alas los molinos de viento, el que se enamora, en su triste desvarío– de Maritornes, una moza asturiana, «ancha de cara, llana de cogote, de nariz roma, de un ojo tuerta y del otro no muy sana, que sirve de fregona en la venta de Palomeque, presume de hidalga, se refocila con un arriero y no tiene por afrenta estar en aquel ejercicio de servir en la venta...». Por cierto: la asturiana protagoniza un equívoco lance erótico con Don Quijote, quien cree que respira a su lado la dama de sus ensueños, sin reparar en que los cabellos de la doncella «tiraban a crines [...] y el aliento, que, sin duda, olía a ensalada fiambre y trasnochada, a él le pareció que arrojaba de su boca un olor suave y aromático».
Publicidad
¿Qué hermosa y desatinada aventura emprendería hoy, tiempo de virus perniciosos y consiguientes calamidades, don Alonso Quijano, 'el Bueno', apelativo cariñoso que se le concede en su aldehuela? ¿También vería gigantes donde sólo se mueven aspas de molinos de viento? –ahora inactivos, como figuras muertas, en los Campos de Criptana, y sólo vivos para admiración de turistas foráneos–. ¿Qué quimérica batalla promovería don Alonso en los días que corren?. ¿Acaso –lanza en ristre, adarga antigua, rocín flaco y galgo corrredor– haría frente al disparatado covid-19?
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.