Te quiero mucho 'Pela'

Piltrafa, ésta no la vimos venir. Nunca fuiste de despedidas, pero ésta es la peor. Intentar juntar letras para describir el vacío que dejas es una tarea imposible, no hay palabras que se aproximen a describir tu grandeza humana. Ahora, la valoramos mucho más porque no debe ser sencillo vivir con la carga que soportaste todos estos años y, como siempre, decidiste que era mejor tirar tú solo que compartirla con nosotros, igual que cuando con la camiseta azul de tu corazón empujabas a muerte para tirar del equipo de tu vida, sin importarte quien estuviese enfrente.

Miro atrás y solo veo buenos recuerdos, incluso de aquel 1 de abril de 2018, saber que estabas aquí, que te habías quedado y que la ilusión había regresado a tu vida era suficiente. Pero la verdad, recuerdo tu llegada a los entrenamientos con el primer equipo y me acuerdo de cómo pregunté ¿quién es ese? Pelayo, un juvenil que prefirió quedarse aquí pese a tener ofertas de otros sitios. Eran los años del barro, pero tú preferiste estar en él con tu Oviedo a escuchar a los que te cortejaban.

Aquel 'tractor' que bautizó Pacheta iba camino de convertirse en un camión de los buenos de verdad. Como olvidar aquella cena en De Labra, con míticos como Fermín, Cervero o Michu y la llamada del Elche, aunque a todos nos doliese todos dijimos que tu etapa en Oviedo se había acabado y te fuiste no para cualquier cosa, te fuiste para ascender a Primera División. Por suerte para mí, aún tengo una camiseta de tu etapa en aquella tierra, siempre la guardé con cariño y ahora aún más.

Cada reencuentro contigo era una felicidad. Tu sonrisa no se irá nunca, esa juro que me la quedo, pero prometo compartirla porque todos tienen derecho a disfrutarla.

Cuando volviste a Oviedo, después de aquellos días en el hospital de Toledo, no sabía muy bien cómo nos íbamos a dar el abrazo, pero nos lo dimos y aunque no fuese el más fuerte, sé que fue el mejor. Por suerte para mí, después hubo muchos más y mi lamento es que ahora entiendo que fueron pocos.

Llegó Dogs N' Roses, siempre con Itziar, siempre a tu lado; el tenis, volver a competir, disfrutar entrenando y compitiendo; tú capitanía en la Fundación del Real Oviedo; tu boda... tu vida, siempre sacando lo mejor de ti para compartirlo con todos nosotros.

La vida no siempre es como a uno le gustaría pero para mí siempre serás el de la sonrisa y el abrazo, mi ahijado deportivo, mi piltrafa y sobre todo mi amigo, estés donde estés. Te quiero mucho Pela.