Putin, el nuevo führer

El führer quería apoderarse de territorios para su gran Reich. Su política era de fuerza y hechos consumados. ¿Les suena a actualidad? Porque todavía les va a sonar más. Europa estaba con cuestiones domésticas y los ingleses tenían a Chamberlain, un primer ministro como los actuales correctos, que estaba convencido, no sabemos si por miedo, de que Hitler se apaciguaría en sus ansias imperiales si los occidentales se callaban ante sus atropellos. Así que Hitler perpetró el episodio de los Sudetes, Checoslovaquia, Austria y Polonia.

Los dirigentes europeos de aquella época eran unos ineptos, miedosos hasta el pringapié. No querían complicarse la vida. Pero es que la vida se complica sola.

El parecido de aquellos tiempos con los que estamos viviendo con Putin y su espacio vital ruso hoy, es grande. Hay unos politicastros acomodados a su buena vida, tranquila y a grandes sueldos, sobre todo en Bruselas, a los que les da pavor tomar decisiones que supongan molestias personales y compromiso. También en USA, que no acaba de encontrar su sitio en este siglo XXI, y la ONU, igual que siempre. No saben qué hacer, solo se les ocurre reunirse para 'condenar' la salvajada de la invasión de Ucrania. Además para la reunión se toman su tiempo, ¡oye, que las prisas son malas y además tengo mi agenda! El presidente y el ministro de exteriores ucraniano dicen, con razón, que mientras Europa se lo piensa mueren ucranianos. Lo más probable es que los dirigentes de la UE propongan que pongamos velitas en las plazas por los muertos. La invasión de Ucrania es un hecho consumado. Lo próximo ¿serán los países bálticos, quizás Polonia... Otros?

A la brutalidad no se responde con melindres. Dureza. Putin es leninista y pincha con sus bayonetas cuando el terreno es blando, cuando es duro, afloja. Necesitamos un Churchill.