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Plástico, mon amour

Plástico, mon amour

Identificamos el fin del mundo con grandes industrias llenando el cielo de hollín, deforestaciones masivas... Pero comienza con gestos más sencillos, como cargar con más manzanas de las que caben en una bolsa de plástico y pedir la segunda

Domingo, 14 de marzo 2021

¿Quiere una bolsita? Sí, gracias, aunque ahora que lo pienso, mejor dos, que no me cabe todo. Esta conversación la mantenemos todos los días, millones de personas, en los supermercados. Las bolsas de plástico pasan de mano en mano, en cantidades ingentes, en todo ... el mundo. Es algo que parece útil y que se da por supuesto, apenas nos fijamos. Si recuerdan aquella canción de Los Toreros Muertos, 'Mi agüita amarilla', en la que Pablo Carbonell decía que había bebido más de cuarenta cervezas y que tenía que expulsarlas, creando una cadena de consecuencias, «y llega a un río… y baja al mar… y juega con los pececitos…», pues las bolsitas de plástico conforman un arco de consecuencias también inimaginable.

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