High school

La política española se va pareciendo cada vez más a las películas americanas de instituto y todo parece encaminarse hacia un vibrante clímax final entre Peter Sánchez, capitán del equipo de fútbol, y Liz Ayuso, jefa de las animadoras. Son ambos personajes guapos y malotes, aunque los guionistas a veces abusan de los estereotipos. El dos de mayo, por ejemplo, vimos a una Liz pérfida y maltratadora, terrible en su belleza, haciéndole bullying al pobre Bolaños, muy aseado en su papel de amigo torpe del protagonista. Este Bolaños, con sus gafitas, es el típico empollón que gana todos los concursos de ciencias pero no se come un colín en el baile del instituto, y por eso se ve obligado a hacer tonterías sin freno para caerle bien a Peter.

En realidad, todos sabemos que el egoísta Peter y la perversa Liz acabarán enrollándose furtiva y lascivamente ante la mirada sorprendida de Albert N. Feijóo, su mortecino profesor de Químicas, que ese día pasaba por ahí.