Secciones
Servicios
Destacamos
Nadie niega que el intercambiador de El Humedal o los aparcamientos disuasorios tienen que ser parte importante en la movilidad gijonesa. La clave está en que sean útiles para el ciudadano. Es decir, que esos proyectos se encuentren lo suficientemente maduros como para no formar ... parte del catálogo de infraestructuras zombi que ya existen. Ejemplo, el túnel del metrotrén. Inversión que de momento se ha llevado sobre unos 140 millones de euros del Estado, sin que le hayamos podido utilizar desde hace 16 años. Ojo, y lo que nos queda. No desaprovechar el dinero que viene de los fondos europeos (4,1 millones de euros) tampoco es una razón de peso como para dejar de hacer bien las cosas. Ante todo, tenemos que pensar en sacarle partido a ambos proyectos, independientemente de que sean a coste cero para la ciudad. A caballo regalado también hay que mirarle el diente. O dicho de otra manera: no podemos volver a tropezar con la misma piedra.
En este sentido, me plantea dudas lo de la ampliación del aparcamiento disuasorio en la avenida de Portugal, concebido por el Principado con dos plantas en altura y sobre 800 plazas. Auténtico mamotreto, dicen, para los vecinos de la zona. Actualmente, la situación del parking es bastante penosa. Esto es, no disuade a ningún conductor para dejar allí el coche, puesto que se utiliza con otros menesteres. Entre ellos, dejar estacionadas caravanas, vehículos viejos y cosas así. O sea, ninguno para el objetivo -no entrar en la ciudad- por el que fue construido en su día. Además, tendremos que ver también su compatibilidad con el futuro aparcamiento subterráneo de la estación intermodal. Según parece, serán sobre unas 200 plazas tal y como figura en el estudio informativo. La pregunta, pues, es ¿quién va a utilizar el de la avenida de Portugal si tiene uno mejor conectado en la intermodal? ¿Quién va a dejar allí su vehículo si luego no garantizamos que esté bien enlazado con el resto de Gijón? A mí esto de los aparcamientos disuasorios me genera inquietud, en cuanto a que luego queden vacíos. O sea, no representen ninguna alternativa y los conductores acaben dando vueltas por las calles de Gijón. De hecho, muy pocos de los existentes cumplen esa función. Quizá el de la antigua Escuela de Peritos, debido a que su ubicación es mucho más céntrica, es uno de los pocos que se salvan. El resto ahí están: ocupados si acaso de forma esporádica y ocasional.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Nuestra selección
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.