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Palabras engañosas, indulto interesado

CARTA DEL ARZOBISPO ·

Domingo, 27 de junio 2021, 05:06

Se habla de Cataluña y sus vaivenes como un problema político que ha mutado en un problema social. No es sólo cuestión de pretensiones políticas y de sus correctivos parlamentarios, sino que ha trascendido a la calle, se ha adentrado en las familias, ha invadido ... los círculos de amigos y la entera sociedad. Pero lo que ocurre allí, no sólo afecta a aquella bella región y a sus buenas gentes, sino que inevitablemente repercute en el resto de España. Y la posición de la Iglesia al respecto tiene también ambas derivas: la regional catalana y la nacional de toda España. Así entramos en cuestiones que nos tienen perplejos, y que nos dejan un trasfondo de extrañeza cuando con palabras que expresan realidades de gran nobleza, vemos que pueden ser utilizadas de muchas maneras, incluso torticeras. Porque los indultos que un gobierno puede estudiar y, eventualmente, conceder, tienen un itinerario que es claro en nuestro ordenamiento jurídico dentro de un Estado de derecho como es España. No se pueden arbitrariamente conceder o negar desde un caprichoso uso y un interesado cálculo que no tiene que ver con las palabras manidas en este festival de una extraña piedad, apelando a sentimientos sagrados y enormemente delicados, para venir a la postre a tapar los verdaderos motivos que se exhiben impudorosamente desde una pretendida magnanimidad.

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