Natural

La cuestión es que la suerte de los azudes estaba echada desde hace tiempo y que no hay una solución plausible a corto plazo para los entrenamientos de esa sección deportiva. Todo ello, sin dejar de lado el debate moral de fondo al tratarse de un club privado. Pero todo eso queda aparcado en aras de hacer un río renaturalizado (bonito palabro) dentro de un rimbombante proyecto pagado con fondos europeos, de los que hemos aprendido también que sirven para financiar actuaciones pero sin tener en cuenta que las ciudades se puedan llegar a parecer entre sí como un huevo y una castaña. Son lentejas: ser 'ecorresiliente' tiene estas cosas.

El dinero está muy bien, y más si tenemos en cuenta que en esta villa marinera no nos sobra. Y la actuación sobre el Piles no tiene tampoco mala pinta pero… Da la impresión de que nos hemos olvidado del pequeño detalle de que el río nace más arriba y los vertidos no los producían ni las palas de los deportistas ni las nutrias, que a veces se animan a acampar por estos pagos cuando les sentaba mal alguna oca y se iban un poco de más por la pata para abajo. Y toda esa suciedad de origen desconocido volverá, tarde o temprano, esté el río arreglado o no.

Habremos hecho un poco un viaje a ninguna parte si, después de toda esta peripecia, nos encontramos un día con el agua de un color sospechoso.