Ya hay fecha para la reapertura de la polémica ITV de Granda. Que, seguramente, los conductores de esta villa marinera no lo habrán notado (a fin de cuentas, es un equipamiento único que abre sólo en horario de mañana, como las peores administraciones), pero lleva ... mes y medio parada porque llovió dentro, literalmente.

Publicidad

Para los que no hayan reparado aún en ella, es esa estación que parece gestada por los sucesores del que asó la manteca y fue aprobada desde el Principado por el artículo 33, a falta de argumentaciones sólidas, que esperas ha habido siempre en Asturias y la pandemia no tuvo la culpa, soltando con ello una carga de profundidad al gobierno municipal de por aquel entonces, que ríete tú del fuego amigo. Lo que empieza mal, suele acabar peor, y resultan paradójicos los remilgos que hay para dar de paso en la inspección al Ford Fiesta del abuelo, mientras que para montar una estación en una nave con más de cincuenta años, tuberías y cubiertas 'vintage' incluidas, no nos costó tanto poner el sello.

Ahora ya está todo en situación de revista, si es que se puede emplear términos triunfales para una instalación con medio siglo. No nos va a sacar de pobres porque, con todo, no hay suficiente personal contratado para cubrir más horas ni parece que lo vaya a haber, dando la razón a todos los que opinaban que, para este viaje, no hacían falta alforjas. Ojalá, al menos, quede como ejemplo de lo que no se debe repetir en el futuro.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad