Un modelo de futuro

Para llegar aquí son necesarios cimientos y en este caso, uno de los pilares ha sido la labor de Antonio Bahamonde, catedrático del Departamento de Informática y recién distinguido con el Premio Nacional de Informática, que constituyó hace 35 años el Centro de Inteligencia Artificial en el Campus de Gijón. El Centro ha sido la cuna de varios grupos de investigación y de un profesorado excelentemente formado que ha puesto a nuestro entorno en primera división en este ámbito.

Existe también una labor extraordinaria desde hace años en los Departamentos de Estadística e Investigación Operativa y en el de Matemáticas en analítica de datos que han dado lugar a varios grupos de primer nivel en ese ámbito. No se puede dejar de mencionar la labor de personas visionarias como el catedrático de Álgebra, Santos González, de cuyo entorno surgió el primer bombazo asturiano en el ámbito de los datos, la empresa Neo Metrics fundada por José Luis Flórez y Jorge Sueiras, que se instaló en el Parque Científico y acabó siendo comprada Accenture en 2012.

Desde la estrategia europea que busca convertir la Unión Europea en líder de una sociedad impulsada por los datos hasta la estrategia de especialización inteligente de Asturias en la que la economía del dato jugará un papel protagonista. Desde la industria, la medicina o la banca hasta la agricultura, el turismo el comercio; desde la Industria 4.0 hasta el vehículo autónomo;no hay nada que escape al enorme valor añadido que aporta esta disciplina.

Si algo podemos afirmar es que el empleo, bien remunerado y atractivo («la profesión más sexy del siglo XXI», según un conocidísimo artículo de una publicación de la Universidad de Harvard) es uno de los puntos fuertes. La demanda y la importancia de esta profesión es arrolladora.

Del interés de las empresas de nuestro propio entorno baste una pequeña muestra. Se ha diseñado un programa piloto de prácticas de iniciación para los estudiantes de este Grado que finalicen el primer curso. La respuesta de las empresas ha sido excelente. Hay un interés enorme por colaborar, por ayudar a formar estos profesionales pero, sobre todo, por atraerlos. Porque les va mucho en ello.

Aunque el grado se diseñó antes de la pandemia, ya se conocían en determinados ámbitos las grandes posibilidades de los modelos online y también sus numerosas limitaciones. En este Grado ya se trató de juntar lo mejor de cada modelo y por ello tiene una presencialidad del 50%. El otro 50% se imparte online. Un modelo que además facilita dobles titulaciones o que personas que ya están trabajando se puedan incorporar o que los propios estudiantes puedan iniciar su vida laboral durante la carrera.

Se trata de algo más que un Grado, es un verdadero reto, un salto hacia adelante, una titulación con una orientación nueva, con novedades estructurales, sin lastres, bien alineada con los intereses de nuestra sociedad y en la que se va a poner toda la carne en el asador porque nos jugamos mucho. Nos jugamos el modelo del futuro y no se puede fallar a la firme apuesta que han realizado por ello nuestra región y nuestra universidad.