La paralización del desarrollo urbanístico de la Ería del Piles (por parte del gobierno local de Foro) y la de las obras de Cabueñes (por el Gobierno regional del PSOE) no dejan de ser eso, una paralización, un freno al desarrollo normal de unos proyectos ... que no deberían haberse paralizado. Sin embargo, nos toca verlo como una nueva oportunidad. En el caso de la fachada marítima de la zona este de la bahía de San Lorenzo, para crear un entorno respetuoso con la visión que cualquier ciudadano tiene de su paseo marítimo ideal. No vale cualquier cosa, ha de ser una actuación que cree marca de ciudad, un Gijón elegante, atractivo, dinámico, lejos, a mi juicio, de otra remesa de 'edificios barco' destinados a viviendas para ricos, sin comercio de proximidad: todo lo contrario a lo que imaginamos cuando pensamos en una ciudad amable. En el caso de Cabueñes, más de lo mismo. Los retrasos en el proyecto, ideado antes de la pandemia, daban como resultado un hospital que, además de mucho más caro de lo pactado, se había quedado obsoleto antes de nacer. Quien sabe de esto asegura que, por fortuna, el frenazo permitirá rediseñar el futuro hospital de Gijón. A costa en ambos casos de retrasos, y seguramente de sobrecostes que pagaremos entre todos, como siempre, mientras unos y otros buscan culpar a su oponente político por lo mismo que hacen ellos cuando lo estiman conveniente: argumentos reversibles en función del actor. Yo lo único que pido es que las cosas se hagan bien desde el principio. ¿Se lo imaginan?

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