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Valérie Pécresse, la candidata de la derecha gaullista, puede ganar la presidencia de la República Francesa dentro de unos meses. Es un regreso formidable: en los últimos comicios presidenciales, los conservadores optaron por un líder fallido, François Fillon. No fueron capaces de reaccionar ante el ... ascenso de Emmanuel Macron desde el centro ni de frenar a la ultraderecha. El resultado fue la desorientación, una larga travesía en el desierto y una fragmentación terrible del liderazgo. La presidenta de la región Isla de Francia, que engloba al gran París, ha desbancado en las primarias a cuatro rivales de peso, y ha unido al partido mientras lo hacía. Menos simpatía e imaginación lo tiene todo para ser una gran presidenta. Es moderada, europeísta y firme en la defensa de principios republicanos. Ha hecho bandera de la seguridad, la firmeza ante la inmigración ilegal y el control del gasto público. Combina una larga experiencia política -asesora presidencial, diputada, ministra, presidenta regional- con una formación muy destacada. Le ha dado tiempo a aprender ruso y japonés y se declara admiradora de Angela Merkel, en primer lugar, y también de Margaret Thatcher. Tiene fama de ser una gestora eficiente, precisa, siempre volcada en la tarea de cada momento, sin tiempo para perderlo en campañas de imagen. No está claro que sepa atraer el voto de aquellos trabajadores que se sienten perdedores con la globalización y piden soluciones radicales. Juega a su favor que, al igual que Merkel, siempre es infravalorada.
Gracias a la entrada en liza de Eric Zemmour, un hábil agitador, las posibilidades de Pécresse de pasar a la segunda vuelta de las presidenciales han aumentado. Este periodista de origen argelino divide el voto de extrema derecha y resta posibilidades a Marine Le Pen en su tercer intento de llegar al Elíseo. El objetivo de Pécresse en la primera votación es superar el 20% de sufragios. Si lo consigue, la republicana puede dar la sorpresa en un mano a mano posterior con Macron, el favorito. Se presentaría como la verdadera novedad de estas elecciones, la primera mujer elegida presidenta. Su rival encarnaría entonces el pasado y lo viejo, ironías del destino. El partido socialista, que también lidera una mujer, Anne Hidalgo, aparece sexto en las encuestas, un desfondamiento histórico. Lo que ocurra en Francia, el principal socio de España y uno de los motores de Europa, nos importa mucho. El resultado de las elecciones de 2022 está muy abierto todavía, pero es posible que asistamos a un duelo final entre Macron y Pécresse. Sumados, representan lo mejor de la poderosa Escuela Nacional de Administración francesa.
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