Cuando se presenta un problema, un problema de verdad, hay dos formas de afrontarlo: buscar al culpable o buscar la solución. Obviamente la manera de arreglarlo es solo la segunda, pero la primera es de uso frecuente. Sucede en muchos casos, pero cuando hablamos de ... política el frecuente se multiplica y se convierte en habitual, por no decir constante. Y la cosa es tan de uso cotidiano que hay modalidades varias. La favorita es el 'y tú más', muy de moda ahora que los ministros acusan a presidentes de farloperos y no pasa ná (y, ojo, que a mí Milei me cae como a Óscar Puente o peor, pero ese no es tema ni yo un cargo público, cierro paréntesis que me embalo). Otra es el 'yo no he sido', que vale para un Koldo o para un novio con problemas con Hacienda, por poner dos ejemplos rápidos. La Consejería de Derechos Sociales y Bienestar Social acaba de perfeccionar esta segunda modalidad y darle una vuelta de tuerca más. Hay doce detenidos, doce, por abusos sexuales a menores tuteladas por el Principado y lo primero que dice su titular es que ni falló el sistema ni tiene que ver con las constantes fugas de menores de los centros, destapadas por cierto por este periódico hace semanas. El relato policial es escalofriante: violaciones, una red de trata, menores con adicciones... ¡Menores sin familia que se pueda ocupar de ellas que viven en casas del Principado! Dice Marta del Arco que «son cosas de la vida». ¿En serio? ¿De qué vida? Indignante es poco y la solución, más que urgente.

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