Las ciudades las hacen los ciudadanos como la economía la empujan los empresarios, y los currantes, claro está, y luego ya llegan los políticos, demasiadas veces a estropear la ecuación. Y no es que me haya poseído una suerte de espíritu de Rajoy con los ... vecinos y el alcalde, es que pretender que los edificios públicos colonicen y se hagan dueños y señores de la ciudad puede sonar muy bonito en términos de 'lo que es de todos sea para todos', pero la práctica es tozuda y está llena de edificios históricos dedicados a oficinas con maravillosas vistas para el funcionario con suerte. Eso o equipamientos directamente vacíos y sin uso, pero eso daría para otras 300 columnas.

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Viene todo esto al caso de las críticas de IU a que el antiguo Monte de Piedad se convierta en un hotel. Claro. Es mucho mejor que el edificio, en pleno centro, duerma el sueño de los justos y vaya poco a poco arruinándose a que alguien se ocupe de revitalizarlo y, ya de paso, crear empleo. ¿Y hacer negocio? Solo faltaba.

Pasa parecido con la plaza de toros, que también llegan promotores privados con ideas para revitalizarla. Y la cúpula transparente podrá gustar o no, pero desde luego cualquier solución, sea provisional, sea improvisada, será mejor que usar El Bibio como centro experimental para la plantación de maleza, que es exactamente en lo que se estaba convirtiendo cuando el Ayuntamiento alegó que amenazaba ruina.

A veces dejar hacer es mejor que intervenir. En política cada vez con más frecuencia.

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