Borrar

En el Pleistoceno o anteayer, según se mire, cuando las esposas oficiales se quedaban en casa con la prole, había amantes a las que se les llamaban 'la otra', Concha Piquer les hacía canciones y los señores respetables les 'ponían un piso', una expresión que ... parecía más olvidada que el túnel del metrotrén. Pero llegó Ábalos y mandó a parar y le puso un piso a Jessica y lo pagamos todos. Presuntamente. Siempre presuntamente, no me vaya a pasar lo que al fiscal general del Estado, imputado por primera vez en la historia de España, éste por revelar secretos igualmente relacionados con el corazón y/u órganos colindantes. Así está la cosa y llegados a este punto lo que apetece es decir 'y a mí qué'. Porque es cierto que política somos todos y no Hacienda, pero, por ir a lo práctico, los novios de Ayuso y las novias de exministros nos vienen a dar igual. Lo que no da tanto igual es, por ejemplo, que se anuncien ayudas al alquiler para jóvenes y que lleven más de un año de retraso en el pago y hasta pendientes de valoración o que en 2024 aún no se hayan siquiera convocado, puede que porque sólo estamos en octubre, empezando el año como quien dice. Sonroja escuchar a responsables del Principado diciendo que la gestión en el tema es «extraordinaria» o que «somos una de las comunidades con mejor ejecución» de las ayudas. Sería fantástico responderles un 'y a mí qué', pero es que, por poner otro ejemplo, los deshaucios se han duplicado en un año en Asturias por impagos de alquiler. Buff.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio De pisos y políticos