El perdón y la risa

Que la civilización de occidente se va por el sumidero es un hecho suficientemente constatado y del que dan fe cada instante las redes sociales. No hay mucho que añadir, o hay tanto que esta humilde columnita no sería el sitio. Solo lo recuerdo para ... que el nuevo gobierno mexicano se relaje un poco: a la vieja Europa le (nos) quedan dos o tres días, así que no nos va a dar ni tiempo a pedir perdón. Vuelven a la carga los herederos del Imperio Azteca, algunos, claro está, pero son los que lo manejan, con su quítame allá aquella conquista, espoleados desde la 'exmadre patria' por los chistes no siempre malos de Rufián, las salidas de pata de banco de Errejón o los cabreos de Yolanda Díaz, que seguro que con el modelo (hoy 'outfit', ya habíamos quedado en que la civilización se acaba) preparado ha tenido que deshacer la maleta. Felicitaciones desde aquí al presidente del Gobierno, que sin que sirva de precedente ha puesto por delante a España de sus socios, protosocios o intentos de asociación, y le ha dicho a su homóloga Sheinbaum que si el Jefe del Estado no está invitado, él tampoco. Me preocupa ahora solo que nos cierren el Centro Asturiano de DF por lo de la batalla de Covadonga o que afecte la cosa al Sporting. Eso y que alguna suerte de asociación de damnificados por mayas y aztecas pida también otra contrición pública y tenga que salir la presidenta en persona a hacerse cargo. Como chiste no está mal, como algunos de los de Rufián, porque dar da la risa.