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Ahora que el Principado está empeñado en que dejemos la 'pastillina' para dormir, propongo como alternativa pasarse por el patio de un colegio, de cualquiera menos el Rey Pelayo, que ni tiene ni se le espera de momento, para cargarse de energía y a la ... vez agotarse solo con ver a los pequeños salir como toros del burladero. Y ya puestos, el patio de un colegio, de cualquiera menos del Rey Pelayo, claro está, también podría servir para albergar la próxima reunión a tres bandas del Ministerio de Transportes, el Principado y el Ayuntamiento de Gijón para tratar sobre el vial de Jove. Más que nada porque los 'profes' de Madrid parecen ver a sus interlocutores como a escolares a los que les van a buscar a la puerta con un bocata y, o se lo comen aunque sea de paté de muil, o se quedan sin merienda. La última amenaza gubernamental suena a chiste si no fuera porque nos llevan gastando la misma broma cerca de 30 años. Ahora resulta que o aceptamos camiones en superficie como animales de compañía o volvemos a la casilla de salida. Y eso y no otra cosa es la realidad de la presunta oferta de 'consenso' para la principal vía de comunicación terrestre el puerto de El Musel. O sea, que consensuamos que lo haces como yo quiero o no seguimos hablando.
Escribo estas líneas antes de que acabe la famosa reunión en Madrid. Nada me haría más ilusión que tirarlas a la basura y volver a empezar tras comerme mis propias palabras como el bocata del colegio. Pero lo dudo, lo dudo tanto como que los niños del Rey Pelayo vuelvan al cole este curso tras dos años, sí dos, desperdigados por otros centros después de que el suelo de una de sus aulas se desplomase, afortunadamente durante la noche. Otro chiste sin gracia.
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