Al otro lado del vial

El fuego cruzado sigue sobrevolando la avenida Príncipe de Asturias. Las bombas son más difíciles de soterrar que las carreteras y muchísimo más baratas cuando la artillería se compone básicamente de dialéctica política, por decirlo fino. Que si culpamos al ministerio, que si lo dejamos ... de culpar, que si mandamos una carta, que si creamos una comisión, que si a ver quién fue el técnico de la chapuza... El vial de Jove corre el peligro de esas guerras que se enquistan y de las que dejamos de hablar. Lo malo es que aquí el hartazgo se respira. Literalmente. Y se traduce en que los vecinos de Jove tienen más posibilidades de sufrir una enfermedad que los del centro por la contaminación. Y eso es cosa seria. Pero yo hoy quería irme justo a la otra punta y cambiar de tercio porque la vida sigue y en cuatro días es verano y empieza la Semana Negra. Otra vez se va a celebrar justo ahí al lado de los camiones, que no es mal sitio si no fuera no solo por esos camiones, sino porque para levantar el festival hay que gastar cada año más en infraestructuras que en contenidos, en electricidad que en traer autores. La solución es fácil y la apuntaba en estas mismas páginas la propia organización hace unos días. Está en la explanada de Marina Civil, donde ya se instaló en 2011 y el entonces rector la trató como a una plaga bíblica. Ahora que andan de elecciones en la Universidad de Oviedo no era mal momento para acercar posturas y tomar posiciones. O retomarlas.