Poco después de que los dinosaurios dejaran de poblar la tierra, nos enganchamos a 'Cristal'. Recuerdo pirar alguna que otra clase por ver la evolución de los amoríos de Luis Alfredo. Quién nos iba a decir que un millón de años después el efecto culebrón ... iba a coparlo todo, incluidas las campañas electorales. Entoces los presidentes no se enamoraban, o al menos no lo compartían con los ciudadanos; ni decían ser «el camino», porque eso ya lo hacía Escrivá de Balaguer sin estar todavía en el santoral. El mundo es otro, pero en lo básico seguimos siendo los mismos, con parecidas necesidades, olvidadas casi todas por una clase política más ocupada en ver quién insulta más alto, que ya hasta se mandan a la mierda.
Publicidad
Rubén Oliveira Rubia, como usted y como yo, asistió a todo este sainete. Nosotros desde el sofá, él desde una tienda de campaña junto a las viejas vías del tren, donde vivía. Aquí, sí, en Gijón. Rubén no va a votar el domingo. Se ha muerto. En la calle no, pero casi. Murió en la habitación de un piso compartido soñando con volver a vivir algún día con sus dos hijos, tutelados por el Principado. El estado de bienestar tiene una trastienda que no se ve o se ve poco, pero ayudar a Rubén a enderezar su vida y, sobre todo, ofrecerles un futuro a sus hijos, no era una opción sino la obligación de quienes nos gobiernan. Ojalá que no se olviden de lo segundo ahora que aún estamos a tiempo. Por ahí sí que va el camino.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.