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Buenos días, excursionistas». Gijón amaneció ayer así, con el careto somnoliento entre hastiado e incrédulo de Bill Murray en Punxsutawney. «Hoy es el día de la marmota». Otra vez. De nuevo el Ministerio de Transportes. De nuevo los «problemas técnicos», que vienen a ser por ... aquí a las obras públicas lo que el «no eres tú soy yo» al amor. O sea, una sutil tomadura de pelo. Como las de la estación provisional eterna, como las de la intermodal fantasma, como las del túnel del metrotrén a ninguna parte...
Resulta que después de años de estudios, proyectos e informes, impacto ambiental incluido, y cuando ya solo quedaba ponerse manos a la obra, el vial de Jove diseñado no vale por los aludidos problemas técnicos, fundamentados, claro, en una cuestión de seguridad. Acabáramos. Y resulta que la nueva solución sale por 200 millones de euros menos de los previstos. Caramba.
Nunca soñé ser Bill Murray, si acaso Scarlett Johanson en 'Lost in traslation', pero tengo la sensación de estar escribiendo otra vez el mismo artículo. Porque hemos perdido ya la cuenta de las veces que regresamos a la casilla de salida.
Dice Barbón que el ministerio de Óscar Puente tiene un «problema de credibilidad con Asturias». Una manera bastante eufemística de verlo. A lo mejor por si le bloquea en Twitter (perdón, en X), a lo mejor porque la realidad suena demasiado fuerte. Se llama mentira. Otra.
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