Borrar

Los rumores manchan como el aceite

Los bulos desmadrados son una gran herramienta para los más radicales

Lunes, 27 de mayo 2024, 02:00

La Real Academia Española define el rumor como un ruido confuso de voces. El concepto puede ser correcto, sin duda, pero resulta tan aséptico que no deja percibir el trasfondo malévolo que contiene. Desde siempre, el rumor se ha utilizado para impulsar un cierto control ... sobre otros. Antes, en lugares pequeños, un rumor diabólicamente distribuido servía para desgraciar la vida de una mujer –por lo general– o para destrozar el honor de una familia. El anonimato de este fenómeno acompaña la rápida difusión del contenido, la aceptación de sus afirmaciones como una verdad incuestionable y, acaso, una intencionalidad perversa. El rumor coge vuelo a partir de un rencor incierto, una envidia, el deseo de obtener lo que uno no tiene. Incluso puede arrancar en una fría y pretendida venganza. El caso es que se extiende como una mancha de aceite, a pesar de que pueda cambiar la vida de alguien aceptado en su comunidad, convirtiéndolo en un ser proscrito; un apestado social.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Los rumores manchan como el aceite