El 12 de septiembre de 1973, este periódico publicaba en primera y a siete columnas este titular: «Golpe de estado en Chile. Allende se suicida (sin confirmar)», con foto de Salvador Allende y editorial del director en el faldón. Por la televisión ya se habían ... visto las imágenes de la sede presidencial del palacio de La Moneda en llamas y a los cazas de la fuerza aérea chilena bombardeándola. Para la historia quedaría aquella foto (premio World Press Photo 1974; atribuida a Leopoldo Vargas) de Salvador Allende, casco de guerra y fusil al hombro, vestido de jersey y americana, y rodeado de su escolta armada. El fotógrafo los inmortalizó al salir por la puerta del palacio a mirar cuántos y quiénes eran los contrarios. Allende tenía 65 años y toda una vida dedicada al socialismo y la política. Yo tenía 17 y porque leía periódicos, algunas revistas francesas y escuchaba Radio París y tenía un amigo que había pasado la vida en Chile, creía que sabía algo de Chile. Ahora, 50 años después, soy más viejo que Allende entonces y, a pesar de toda la información que fue aflorando y de internet y todo lo demás, como dijo no sé quién, 'sólo sé que no sé nada'. Pero recuerdo a Allende y me acuerdo de todo lo que les hicieron.
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Salvador Allende militaba en las filas del socialismo desde su juventud. Médico, estaba casado con Elena Bussi, universitaria y profesora, con la que tuvo tres hijas. Ambos eran de familias acomodadas e ilustradas, y, por parte de Allende, vinculadas a la masonería desde el siglo XIX. Allende ya había sido ministro de Salubridad y Asistencia Social (1939/1942) y diputado y senador en numerosas ocasiones, y también presidió el Senado (1966/69). Fue candidato a presidente de Chile en tres ocasiones antes de salir elegido. En las celebradas en 1964, encabezando una candidatura social-comunista, obtuvo 977.902 votos (38,93%), pero fue derrotado por Eduardo Frei, de la Democracia Cristiana, que sacó 1.409.012 votos (56,09%). Al celebrarse las elecciones presidenciales del viernes 4 de septiembre de 1970, Chile tenía 8.884.768 habitantes, su censo electoral era de 3.539.747 y la participación fue del 83,7% (2.962.748. Wikipedia). A Salvador Allende, candidato de la izquierdista Unión Popular, le votaron 1.075.616 personas (36,63%); Jorge Alessandri, independiente por el Partido Nacional y al que las encuestas daban como claro ganador, obtuvo 1.036.278 votos (35,29%), 39.338 votos menos que Allende, y Radomiro Tomic, democristiano, quedó el tercero con 824.849 votos (28,08%).
Por mucho que dijeran que la Marina chilena era de escuela inglesa y que el Ejército de tierra era de escuela prusiana, yo estaba equivocado y Chile no era tan diferente del resto de repúblicas iberoamericanas. Y, luego, la suerte. Salvador Allende tuvo mala suerte: le tocó Nixon de presidente USA con Kissinger y CIA, que no hubiera sido lo mismo que si le llega a tocar Carter. Le tocó Brezhnev al mando en la URSS, que tampoco hubiera sido igual que si estuviera Kruschev o el mismo Gorbachov, y así todo. Veníamos del Mayo del 68 francés, revolucionario durante unos días, y ahora un marxista llegaba a la presidencia de un país al ganar unas elecciones por corto margen. Un marxista al que bendijo Pablo VI y con el que firmó un acuerdo de garantías constitucionales la Democracia Cristiana. Pero estaba ese Nixon, que vino a Madrid a abrazarse con Francos... Mucho meterse ahora con Putin, pero, ¿quiénes organizaron el atentado que le costó la vida al general Schneider, jefe de las fuerzas armadas chilenas, para impedir el nombramiento de Allende como presidente por el Parlamento? Fueron tres años de acoso y desgaste hasta el golpe de Pinochet y cía. Asesinatos y tortura. Y hasta Buenos Aires llegaron para ponerle una bomba en el coche y matar al general Prats, sucesor de Schneider y ministro de Allende, y a su mujer... Ayuda mucho a comprender la política exterior USA leer 'Enterrad mi corazón en Woudned Knee', de Dee Brown, pues la política exterior USA se forjó en gran medida con los indios americanos: hoy firmo un tratado, mañana lo incumplo y pasado os liquido. Vale para Allende, vale para Gorbachov... Alto el fuego en Ucrania. Assange.
PD.- ¡Madre mía, madre mía, madre mía!
Como decía Alfonso Guerra que decían: el día que España deje de autodestruirse... Igual hubiera sido mejor que ganaran las inglesas.
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