La historia nos condenará

La historia nos condenará por haber apoyado esa guerra de USA y la OTAN contra Rusia en Ucrania. Con libertad restringida, se publican y emiten por los telediarios los efectos de los bombardeos en Gaza, en Líbano y también en Israel, y en Ucrania; imágenes sin fecha ni autoría. Ahora bien, todos los cientos de miles de millones de dólares de armamento y munición donados al ejército ucraniano para que lo utilice y lance sobre las regiones prorrusas y la propia Rusia, ¿qué serán caramelos y garbanzos? Escribir o hablar sobre este tema es como si en 1940 lo hicieras sobre la Alemania nazi y la Italia fascista: ¡cuidadín! Tampoco estábamos en guerra, pero el régimen de entonces, como este de ahora, no era neutral. Censurados de forma radical todos los medios de comunicación rusos. Censurados y oscurecidos los pocos gobernantes e intelectuales que se atreven a levantar su voz, oponerse a ese conflicto y pedir un alto el fuego. Y lo más patético: observar a los que toda su vida fueron estalinistas y prosoviéticos, que ahora son rusófobos, y no sé si ya o estarán a punto de serlo, en la intimidad, pro yanquis, de la mano de esos progres llamados Harris, Biden y Obama. Grandes benefactores de la humanidad, como bien se puede comprobar, y que nos llevaron a donde estamos.

La historia nos condenará por permitir, si no estimular y proteger, que la corrupción y el despotismo analfabestia se enseñoree por África, Latinoamérica y tantos países del llamado tercer mundo. Guerras terribles, hambrunas, desastres, plagas y epidemias que caen sobre esos pueblos, mientras sus clases dirigentes viven opíparamente en el machito y sin que nadie les diga nada ni les toque un pelo.

Y la historia nos condenará por muchas otras cosas, pero también por lo que se ha hecho con los jóvenes, con las sucesivas generaciones de jóvenes, desde los ochenta para acá. No hay un problema de vivienda ni de turismo ni demás chorradas paridas por el New Chorrologic Center político-mediático. Lo que hay es un grave problema moral, cultural y laboral. ¿Qué es que somos ahora más pobres que hace 50 años? No. ¿Quieres que te cuente como compré yo en 1980 la casa en la que vivo? Lo que pasa es que la pseudoizquierda y la izquierda obtusa hace mucho que renunciaron a defender al pueblo trabajador para dedicarse en exclusiva a solucionar su pancheta unipersonal y a los asuntos étnicos, las sexualidades minoritarias, los migrantes y todo por ahí seguido. Por la paz en el mundo. Respeto a la vida de civiles y prisioneros. Alto el fuego en Ucrania y Oriente Próximo. Abajo los belicistas. «Pobre del país cuyos jueces merecen ser juzgados».

PD1.- TuitX al Sr. Barbón: Accesos a El Musel: 'El ministerio de Fomento se compromete a: diseñar, tramitar, proyectar y construir la autovía de conexión entre El Empalme (Carreño) y el enlace de Lloreda (Gijón)'. Acuerdo de 2005. ¿Sigo? Tambor y gaita, y gaita y tambor.

PD2.- TuitX a la Sra. Moriyón: calle Sanz Crespo, carril bici sin bicis, sí. Cierres para perros, sí. A los peatones, que los zurzan. El Parrochu, paraíso de calles cortadas y de giros prohibidos. ¡Vaya nivel! Los antiguos hicieron estaciones definitivas y calles copiadas de la rue Rívoli de París, ¡eren unos fenómenos! En el edificio 'robado' a Gijón (C/ Prendes Pando), lo mejor es encargárselo a 'Los gemelos reforman dos veces': A 20.000 e./apartamento, 100 son dos millones.