Cupón para güei

Aquel rapacín de la calle que era yo pensaba que de qué aldea remota habría venido aquel probe paisano ciegu. Ciegu a lo mejor de la guerra. Nadie detuvo a aquel paisano por decir 'guei' y nadie lo obligó a decir 'hoy'

En los soportales de la plaza del Ayuntamiento, de Gijón, llenos de vida y actividad cuando entonces, había un ciegu de voz potente que cantaba el cupón: «Cupón para güei, sale güei, para güei...». Aquel rapacín de la calle que era yo no sabía qué ... significaba eso de 'güei', pero deducía que era 'hoy' y pensaba que de qué aldea remota habría venido aquel probe paisano ciegu. Ciegu, a lo mejor, de la guerra, porque todes les desgracies veníen de aquella guerra. Nadie detuvo a aquel paisano por decir 'güei' y nadie lu obligó a decir 'hoy'.

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En la Academia España, antes de la guerra Academia Aguirre, doña Concha nos enseñaba castellano, a tener buena ortografía, a redactar bien y hablar bien, y nos enseñaba todo lo demás para que dejáramos de ser unos 'analfabestias'. Era una buena maestra. En aquel Gijón de principios de los 60 todavía distinguíamos por la manera de hablar a los de La Arena, a los del Llano, a los de Bajovilla, a los de Cimadevilla...; y no digamos ya a los que veníen de otres partes de Asturias, de otres regiones y de otros países, de Hispanoamérica. En la calle, cada uno hablaba como podía y quería. La lástima ye la cantidad de giros y expresiones que se fueron perdiendo según avanzaba la influencia yanqui, decaía la francesa y se arrinconaba lo nuestro. Con el imperio musical de los anglos, el pueblo dejó de cantar, los hombres dejaron de silbar y hasta hoy, que ves a toda la gente por la calle con una cara como si fuesen goliendo un peu fediondu.

Tuve buenos/as profesores/as de idiomas: Manolita Gutiérrez, de francés, un encanto de profesora; Lolina Carbajal, de francés, pero en la Escuela de Comercio, otro encanto de profesora; don Juan Fernández, de inglés, en la Escuela de Comercio, una eminencia que tenía dos cátedras: inglés y francés, daba clases de alemán, fundador y promotor del grupo esperanto, leía ruso, tocaba el violín y era un maestro de ajedrez. Fue don Juan el que en una clase nos llevó del inglés al bable: «El verbo 'to lock' no tiene una palabra equivalente en castellano, pues no significa 'cerrar', sino 'cerrar con llave', pero sí la tiene en bable: 'pesllar'». Y tuve también otro gran profesor de inglés: Reg Hooker. Reg y Michael fundaron Oxford Academy, encima del bar Las Cortes y frente a la confitería La Marina (vete a preguntayos a los que van en les candidatures pa la rifa municipal onde ye, a ver si acierta alguien). Fue una de les primeres academies de idiomas de Gijón, junto con la que taba en la calle Corrida, encima de Roibás. Y también tuve un buen profesor de bable, Andrés Solar, de Deva, que murió muy joven. Fue el que me mandó a hacer prátiques por los pueblos y montes de la cordillera.

Herédase el hablar y hasta el pisar. Díjomelo mi madre: «A ver si lleves esos zapatos a poner tacones que pareces un probetayu. Y, además, gásteslos por el mismu lao que tu padre». En la 'casa de los diez ventanales' fui el recaderu oficial (esclavismo infantil diríen ahora) y llevaba los zapatos de la familia, envueltos en papel de periódicu, a arreglar al zapaterín que taba frente a Zuazúa y junto al Shampán. «Cupón para güei, sale güei, para güei...». Los zapatos cuidábense mucho y por casa andábase en zapatilles: «Baja al puestín de Ana a por dos sobres de azafrán y vete en zapatilles», decía mi güela. Lo primero que meto na maleta, les zapatilles; pol aeropuerto, en zapatilles, nel avión, en zapatilles, pol hotel del Imserso, en zapatilles. ¡Qué felicidad! La zapatilla, insecticida; la zapatilla, arma ofensiva. Assange lleva cuatro años guantanamizau na prisión Belmarsh de Su Majestad, después de tenelu siete encerrau na embajada de Ecuador. Escribioi una carta abierta al nuevu rey inglés invitándolu a visitar la prisión... Anda por internet. Yo, si tuviera sitiu aquí, traducíala al 'gijonés bajovillés' y poníala aquí, pero tengo mieu de que como tampoco ye lengua oficial, igual i meten un paquete al periódicu. Toy ahora a ver si puedo mandai por uno que anda de tercer oficial en el 'Llodio' unes zapatilles, unes lates de fabes y un cupón al probe Assange. Cupón para güei, sale güei, para güei... El 28.

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PD.- Tuit al Sr. Barbón: ¿Por qué los ancianos de las residencias siguen sin disponer de los mismos medios y libertad de comunicarse que los que están en la calle? Alto el fuego en Ucrania.

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