El poder político, con el fin de establecer y materializar sus estrategias, se sirve de la geografía humana y física. Modificando estas influye sobre la naturaleza y el comportamiento humano. Esta idea nos puede ayudar a comprender eso que se llama geopolítica. Fundamentalmente se aplica ... en el ámbito internacional, aunque también se da en la política nacional, como hemos podido comprobar en la reciente catástrofe que asoló la Comunidad Valenciana.
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El cambio de paradigma actual nos brinda dos nuevos bloques geopolíticos, Occidente y el emergente, con cada vez más socios interesados, el bloque de los BRICS.
La decadencia de Occidente, arrastrado por EE UU y la OTAN, es un hecho. Hoy, en este lado del mundo, la política se diseña y ejecuta, más incluso que antes, por poderes económicos, oligarquías financieras más concretamente. A la sombra del poder político no sólo dictan estrategias, sino que manejan a los presidentes y gobiernos de la mayoría de países occidentales. Por ello podemos establecer una reveladora pregunta: ¿el elector cuando vota, sabe realmente a quién elige?
Blackrock, Vanguard, Fundación Bill y Melinda Gates, George Soros y Rockefeller, entre otros, llevan años diseñando ingeniería social, agendas ideológicas que imponen a través de gobiernos, organizaciones y ONG bien subvencionadas; todos ellos calificados de progresistas, altruistas y filántropos. Con esloganes llamativos e intimidantes, pretenden que sus estratégias sean aceptadas sin discusión, imponer un pensamiento único. Ejemplo claro es el de 'el cambio climático mata', cuando no es necesario ser científico para saber que el clima evoluciona desde el principio de los tiempos. Distinto es que la evolución actual no le venga bien al ser humano. Bien está saber la medida en que influye nuestra forma de vida en ello para ir corrigiendola, pero de una forma asumible y no como sostienen: para ya, aunque no estemos preparados y resulte traumático. Toda una gestión del caos convertida en un auténtico negocio para el poder económico totalitario.
Estas oligarquías financieras se están adueñando de la tierra, compran miles de explotaciones agrícolas en España e Italia, en Ucrania, incluso intimidando a los pequeños agricultores. Las dejan yermas o las destinan a parques solares. Ya se preparan para aprovechar la oportunidad que les brindará Valencia tras el desastre. Es evidente que pretenden destruir nuestro sector primario y tomar el territorio. A la vez, aparecen a la cabeza de los inversores en la Bolsa española, comprando importantes porcentajes de empresas estratégicas aprovechando la falta de soberanía y un Gobierno fallido.
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Son propietarios y/o controlan todo tipo de ONG. La inmigración es otro de sus grandes negocios, el nuevo neocolonialismo. Nunca se quiso resolver el problema en los países de origen y generar bienestar allí. Continúan esquilmándolos y, además, desde la falsa solidaridad y humanidad utilizan a los inmigrantes para su negocio y los convierten en los nuevos esclavos dejados a su suerte o como mano de obra a saldo. En estas circunstancias, sirven al objetivo desestabilizador de los lugares de destino, al enfrentamiento con los trabajadores locales y a la destrucción de derechos laborales. Todos lo sufrimos, incluso el relato perverso del racismo a raíz de ello.
Como expusimos al inicio, la otra cara de la moneda es el creciente bloque de los BRICS, al que están adscritos países socialistas y países que no lo son. Recientemente se ha celebrado su cumbre en Rusia. Un amplio manifiesto recoge las conclusiones, que suponen grandes apuestas. La idea fundamental consiste en mantener la soberanía de los países y el respeto entre ellos sin imposiciones. Aseguran apostar por un desarrollo pacífico y otro modelo para la reindustrialización y creación de valor añadido.
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Mientras, la geopolítica de Occidente se asemeja a un gran casino plagado de mesas, donde la presidenta de la Comisión y los presidentes de los distintos gobiernos actúan como croupiers que aparentemente reparten juego, aunque en realidad este se materializa bajo las mesas, dirigido por oligarquías al uso.
Europa se desangra y la OTAN, a través del acuerdo Cooperación OTAN-UE, ejerce claras injerencias en su gobernabilidad. Además de pretender arrastrarnos en su caída a toda costa y llevarnos a una nueva gran guerra en territorio europeo. ¿Los países europeos no deberían replantearse seriamente su estatus geopolítico con urgencia?
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