Después de que tuvieran un final feliz para el Sporting todas las combinaciones posibles en las últimas jornadas, las ilusiones se multiplicaron. En el mundo rojiblanco se mira el 'play off' con el ascenso como una opción muy posible, con el lema de 'nos va ... a salir bien'.

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Desde el seno del club se transmite con fuerza y convencimiento la ambición del equipo gijonés para afrontar la primera eliminatoria contra el Espanyol. La ilusión es máxima. Se respira en todos los rincones de la ciudad, con una confianza como hacía tiempo que no se apreciaba, con gentes de todas las edades subidas al carro de la fe.

En agosto, el Espanyol era el equipo más fuerte de Segunda, con mayor presupuesto y potencial deportivo, pero en el césped no se vio la teórica superioridad. De hecho, en El Molinón salió derrotado con los goles de Otero y Campuzano. Desde aquella tarde de octubre pasaron muchas cosas. Después, en Cornellá, hace algo más de un mes, los 'pericos' no pudieron pasar de un empate sin goles contra los gijoneses. En cualquier caso, los datos de esta historia reciente sirven solo para las estadísticas. El presente depende de aciertos, del míster y de los chavales.

La superioridad del Espanyol por el potencial teórico se nivela con el poder de El Molinón. La expectación que despertó el 'play off' en el Sporting y su entorno resulta grandiosa, en una época en la que las aficiones acusan el cambio social que afecta al fútbol. Hasta el entrenador pierde la mirada en sus conferencias de prensa cuando alude al respaldo de un colectivo que disfruta con su equipo, sobre todo cuando da satisfacciones.

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El entorno está preparado, en una semana que fue muy intensa fuera de Mareo. El equipo pudo trabajar con una concentración máxima, pero hoy se dará un baño de masas en El Molinón, como preámbulo del ambiente de mañana. Será una verdadera locura.

Donde tiene que salir bien es en el césped, la zona en la que los 'artistas' saben que no pueden equivocarse. Ramírez, en los casi 17 meses que lleva en Gijón, parece que nunca cometió errores. Incluso alardea que el tercer 'play off' que jugará el Sporting se debe al aprovechamiento máximo de las infraestructuras de Mareo en esta nueva era. Sus razones tendrá.

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Toda la plantilla está a disposición, salvo cuatro dudas recuperables y parece que sin Zarfino, un caso sin noticias desde el cuerpo médico. El entrenador tiene una baraja amplia para elegir un equipo competitivo, sin necesidad de experimentos, aunque Ramírez tiene la especialidad de sorprender con algún detalle ingenioso en cada alineación.

El patrón Irarragorri no se perderá el acontecimiento. En su corta visita podrá disfrutar de la grata atmósfera de su querido Quintes y recibir alguna clase de fútbol de su míster. Eso sería lo anecdótico. Lo real estará en el 'prau' de El Molinón con un ambiente espectacular. Con este entramado, esta historia tiene que salir bien.

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