La semana está marcada por la inauguración de la estatua de Quini. Además del significado deportivo y social de la escultura, tiene añadida una repercusión ... turística que ya empezó a apreciarse. Un acierto que debe atribuirse a Carmen Moriyón y agradecerle la iniciativa.
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El descubrimiento de la efigie se desarrolló en un acto emotivo, sencillo y con una amplia representación social, deportiva, civil y militar. Solo se echó de menos a algunos exfutbolistas de renombre que tuvieron una relación íntima y especial con 'El Brujo'. El encargado de esta parcela concreta quizá no tenga la memoria de tiempos tan pasados, pero podía haber preguntado.
En el plano deportivo, el punto de Tenerife supo a poco. El Sporting fue mejor que los 'chicharreros' y mereció ganar, pero le faltó ser más efectivo en las áreas. Jugar de delantero en este equipo es complicado, pero la labor de Caicedo en el Heliodoro resultó sorprendente. Hasta ahora, al ecuatoriano no se le vio nada. En Santander entró al final en un partido alocado, pero en Tenerife gozó de una situación más favorable. Se puede echar la culpa a la adaptación o al empedrado, pero lleva aquí desde julio. En el fútbol actual hay muchas exigencias. Por algo se decía que hacía falta un delantero centro específico más en la plantilla. Arreglarlo en enero costaría un dinero que no hay.
Fue agradable el primer saludo del arriba firmante con el presidente ejecutivo, 27 meses después de afincarse en Gijón. David Guerra tiene apariencia de ser una persona muy preparada y congratula que considere que 'la crítica nos hace mejorar'. En esta tribuna encuentra bastantes análisis sobre la política aplicada en el Sporting desde la llegada de Orlegi, con una serie de criterios poco coherentes, tal vez porque la cúpula no entienda que Gijón no es México y aquí el fútbol lleva muchos años descubierto.
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Ahora que la situación financiera es complicada, una parcela del presidente ejecutivo es hacer un plan de choque con una reducción drástica de gastos superfluos. La existencia del Sporting C es absurda. Esta experiencia ya fracasó en los años 80. Deportivamente no interesa y cuesta dinero, lo mismo que dejar que vayan con el primer equipo más de 40 viajeros, algunos de excursionistas. El galeno Odin Vite, sin título homologado en España, no pinta nada cuando hay un médico debidamente titulado en la expedición y unos auxiliares sanitarios cualificados. En la misma situación está Gerardo García, cuya gestión de fichajes equivocados dilapidó miles de euros y sigue recomendando por vídeo o por soplos de intermediarios.
Albés ya piensa en el Zaragoza, que llega con Bermejo, sportinguista por unas horas en el verano. El míster está pendiente de Gaspar. El sábado se esperó hasta el último momento por si se recuperaba para ir a Tenerife. Esta semana sigue siendo duda. Son difíciles de entender estas vacilaciones tan duraderas.
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