Las preocupaciones de Rubén Albés

Para una temporada que se acertó con el entrenador, se debilitó la plantilla. La renuncia municipal al Mundial, descartando las imposiciones de FIFA y sin la financiación que anunció el patrón, cambió la actitud de Orlegi.

Esta temporada, el Sporting liquidó casi todos los altos salarios, solo de futbolistas, para fichar sin coste perfiles vulgares que en Mareo llaman refuerzos. Incluso David Guerra aseveró que la plantilla es mejor que la anterior y así cautivar a los parroquianos rojiblancos para que pasen por taquilla. La caja es lo que más preocupa en la SAD de Orlegi.

Albés intentó echar una mano. Por eso sugirió a Olaetxea, Dubasin y Kevin. Quizás observó que el cuerpo técnico del Sporting es incapaz de completar la plantilla. Un lateral parecía una misión imposible. Pasa cuando se usan cromos como moneda de cambio.

No es una sorpresa que el director de gestión deportiva carezca de soluciones, porque durante la temporada se dedica a ir de turista con el Sporting, cuando debería viajar a ver jugadores por razón de cargo, no de sus limitados conocimientos. No es el único que aumenta el descontrol de gastos innecesarios. Odin Vite, médico sin titulo homologado en España, lo que le imposibilita ejercer, es otro fijo. En cualquier caso, como empresa privada, Orlegi puede pagar viajes a quien quiera.

La gestión de Gerardo García volvió a quedar en evidencia con la devolución del zaragocista Bermejo, titular con su equipo todos los partidos, o el intento de fichaje del central Álvaro, de quien no se sabe cuánto tiempo lleva sin jugar, ni conocía su situación fiscal en Arabia hasta última hora. Del 'caso Pedro' mejor olvidarlo, porque hay unos cuántos implicados en el ridículo. Pasa cuando hay tantos incompetentes y vendehumos.

En el fútbol todo se resume a los resultados. Si el Sporting hubiera ganado al Levante y al Eldense, el panorama sería otro, pero además de no ganar llega la sangría del día del club y el absurdo euro de gestión para los que tramiten el suplemento 'on line', tras dos años de subidas desmesuradas en los abonos.

Albés tiene que resolver cómo frenar a los Melamed, Luis Suárez y compañía, un rival que aspira al ascenso con una base sólida. Suerte al técnico gallego. Con el panorama que lo rodea, la va a necesitar.