Secciones
Servicios
Destacamos
El sportinguista que haya seguido en la última jornada a rivales directos en la lucha por la permanencia estará desolado por la lamentable imagen del Sporting. Ni los postreros goles de Aitor la maquillaron.
El repaso del Zaragoza al Leganés, el nivel competitivo del hundido ... Málaga en Las Palmas ante un virtual líder o el descaro de la Ponferradina para agobiar al Granada en Los Cármenes transmiten mejores sensaciones que el Sporting. Hasta el Oviedo y el Racing ofrecen una impresión menos insegura.
La situación del Sporting ya empezó a torcerse en la pretemporada, cuando el señor Irarragorri proclamó el ascenso como objetivo. Aunque es lo que se quiere oír, Abelardo lo tildó de irreal con la plantilla que había. Ahí empezaron sus problemas. Culminaron con el reconocimiento de la lesión de Jeraldino que la cúpula mexicana quería ocultar.
Abelardo tenía más razón que el patrón, un excelente empresario a juzgar por su trayectoria laboral, pero de fútbol, lo que se dice fútbol, es un profano en la materia. Ni sabe elegir personas competentes para los puestos más relevantes. En el Sporting, el presidente es un periodista que demuestra ser un fenómeno como relaciones públicas y excelente organizador de parafernalias, y el director deportivo era un intermediario que está ahí para asumir lo que le manden. Se quejan de la herencia, pero en esta nueva etapa hicieron quince fichajes para el primer equipo, once para el filial, dos traspasos, que dejaron dinero en caja y descapitalizaron deportivamente el plantel, y regalaron a Mariño. Es su balance.
Con la lastimosa imagen que transmite este Sporting y el descenso a seis puntos, la realidad es seriamente complicada. Ramírez, lejos de buscar soluciones, implanta unas ideas que están derrumbando el equipo a golpe de bandazos. El técnico es un idealista del fútbol, un inexperto que se pierde en sus teorías, sin ánimo de dar una opinión tóxica sobre la preocupante realidad rojiblanca.
El canario se preocupa más de adornar los oídos al patrón y justificarse. ¿Cómo que el Sporting cambiaba de entrenador cada tres meses y él cumple los objetivos del Grupo Orlegi para que esto no pase? Si el balón no entra, al entrañable Ramírez de nada le valdrán las lamentaciones. Es un buen chico, con una notable educación claretiana, pero es algo ingenuo.
Sería más conveniente que analizase la situación en el vestuario. Algunos jugadores habituales están incómodos con sus genialidades tácticas, con las que está ayudando a perjudicar más que los que confeccionaron la plantilla y la descapitalizaron con el traspaso de Gragera, sustituido por un central bisoño. Una sugerencia, que no un consejo, es que hable con Cuéllar, Insúa, Izquierdoz, Pedro y Djuka, por citar a los que parecen tener más peso específico en lo que es el fútbol y el Sporting. La permanencia no es un objetivo. Es una exigencia.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.